Repasamos las citas políticas más relevantes del próximo año
El final de 2015 llega con una serie de incógnitas en el terreno político. Además de los nuevos escenarios que abren los resultados de las elecciones del 20 de diciembre, Cataluña sigue sin un gobierno definitivo.
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El comienzo de 2016 traerá la solución a todas estas cuestiones, aunque también pueden llegar cambios dentro de los partidos políticos.
CATALUÑA: MAS PUEDE EMPEZAR 2016 COMO PRESIDENTE DEFINITIVO
Artur Mas podría comenzar 2016 como presidente definitivo de la Generalitat. Para que esto suceda, la CUP tiene que dar su aprobación a la propuesta de Junts pel Sí (JxSí), que mantiene a Mas como candidato a la presidencia. La formación que lidera Antonio Baños se reúne este domingo, cuando 3.500 militantes votarán el preacuerdo.
Si dan el visto bueno a la propuesta de JxSí, será el mismo lunes cuando se reúna la Junta de Portavoces del Parlament de Cataluña. Será al día siguiente, el martes, cuando se haga la primera votación para la investidura. Mas necesita la mayoría absoluta, pero no la conseguirá, ya que la CUP no se plantea el voto a favor, sólo la abstención.
Hay que esperar dos días, hasta el 31 de enero para celebrar la siguiente votación. En este caso, a Mas le bastaría con la mayoría simple (más votos a favor que en contra), por lo que la abstención de la CUP sería más que suficiente.
Con la investidura de Mas, “el proceso político tomará impulso y las acciones del nuevo Gobierno catalán afectarán de forma muy activa las diferentes negociaciones que se produzcan para la investidura en Madrid”, señala Adolfo Calatrava, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid. Sin embargo, si no lo logra, habría nuevas elecciones en marzo.
¿QUIÉN GOBERNARÁ ESPAÑA?
La primera fecha en el calendario que definirá la próxima legislatura es el 13 de enero. Este día se constituirán las Cortes pero también será la primera ‘prueba de fuego’ para los partidos políticos y su capacidad para llegar a acuerdos.
Habrá que elegir a los presidentes del Congreso y del Senado, para lo que se requiere la mayoría absoluta en la primera votación. En el Senado será fácil, ya que el Partido Popular tiene una amplia mayoría, pero en el Congreso de los Diputados será necesario un acuerdo entre partidos. Si ningún candidato consigue ganar en la primera votación, se repetirá entre los dos que hayan conseguido un mayor apoyo, para lo que es necesaria una mayoría simple.
“Existen muchas posibilidades de haya nuevas elecciones, que se celebrarían en torno a los meses de mayo/junio”
Al día siguiente, el 14 de enero, el rey Felipe VI convocará a los líderes de todos los partidos políticos, en orden de menor a mayor número de escaños. Dependiendo de estas consultas, el jefe de Estado propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno. Normalmente, el pleno de investidura se convoca dos semanas después de la constitución de las Cortes, pero el nuevo mapa político puede hacer que este periodo se alargue.
Este candidato necesita la mayoría absoluta (176 de los 350 escaños del Congreso) para ser investido presidente. En caso de que no llegue a esta cifra, se convocará una segunda votación 48 horas después, en la que basta con la mayoría simple. Los partidos tienen dos meses después de la segunda votación de investidura para intentar situar a sus candidatos en la Moncloa. Pasado este plazo, si ninguno lo ha conseguido, habrá que convocar unas nuevas elecciones.
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“Existen muchas posibilidades de haya nuevas elecciones, que se celebrarían en torno a los meses de mayo/junio”, explica Calatrava. “En estas elecciones hoy parece que los beneficiarios serían PP y Podemos, pero es algo que depende de lo que pase en los próximos meses. Y en lo que tendría mucho que ver cómo evoluciona la situación catalana: si en Cataluña se consigue formar un gobierno secesionista y el pulso al Estado es continuo o si hay nuevas elecciones catalanas, en cuyo caso dependería del resultado”.
RAJOY BUSCA LA LEGITIMIDAD EN EL PP
Los resultados electorales del Partido Popular, que ha perdido 63 diputados y casi cuatro millones de votos respecto a los comicios de 2011, han avivado las voces que piden una renovación al frente de la formación. Incluso el expresidente José María Aznar se ha sumado a esta opinión, exigiendo la celebración de un congreso abierto.
Ese congreso se celebrará porque ya estaba programado, según recordó Mariano Rajoy el 21 de diciembre, un día después de las elecciones, pero la constitución de las Cortes y el nombramiento de un nuevo presidente impiden fijar una fecha. “Cuando termine este proceso habrá un congreso que será abierto como todos los congresos del PP”, señaló Rajoy.
TORMENTA EN EL PSOE
Los barones regionales del PSOE se han unido en contra de Pedro Sánchez
Mientras Rajoy encara las críticas de los populares, el PSOE parece enfrentarse a su enésima crisis interna. Al igual que el PP, los socialistas sufrieron un varapalo en las elecciones del 20D, que suponen su peor resultado histórico, con 90 diputados. Hasta las últimas elecciones, el peor resultado histórico lo tenía Alfredo Pérez Rubalcaba, para quien las elecciones de 2011 supusieron la ‘muerte política’.
Después de las elecciones, los barones regionales del PSOE se han unido en contra de Pedro Sánchez. Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García Page, Ximo Puig y Javier Fernández se encuentran en este grupo de dirigentes autonómicos que pretenden evitar que Sánchez sea investido presidente del Gobierno. La presidenta andaluza ya recordó a Sánchez que la competencia para definir la política de pactos corresponde al Comité Federal, por lo que este órgano podría bloquear un acuerdo con Podemos y otros partidos que lleve al secretario general del PSOE a la Moncloa.
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Si los barones autonómicos se salen con la suya, se abren dos escenarios posibles. El primero es que Mariano Rajoy consiga los apoyos necesarios para sumar mayoría simple en la segunda votación de investidura y renueve como presidente del Gobierno para la próxima legislatura. La segunda es la repetición de las elecciones ante la imposibilidad de que algún candidato logre formar gobierno.
Al igual que el PP, el PSOE también tiene pendiente la celebración de su congreso, en el que decidirá si Pedro Sánchez sigue al frente o, por el contrario, hay un cambio de líder. Para Calatrava, “es complicado que pueda mantenerse al frente del PSOE si no consigue la Presidencia del Gobierno”.
OTRAS CITAS EN 2016
Al margen de las anteriores cuestiones, el profesor de la Carlos III recuerda que “el año 2016 se presenta con otras dos elecciones autonómicas, importantes, las de Galicia y las de Euskadi”. “En ambas, las formaciones políticas van a probar sus fuerzas y consolidar las tendencias”, predice este analista. Si no se adelantan las fechas, estas dos votaciones serían a finales de 2016, “cuando ya será previsible que el escenario político español esté más claro, aunque dependiendo de cómo evolucione el catalán la cosa estará más o menos tensa en estas dos también comunidades históricas”.
"Un elemento clave en la nueva legislatura es que va a haber reformas políticas"
El próximo año también estaremos atentos a “cómo evoluciona la salida de la crisis económica, si ésta se hace siguiendo una política similar a la de estos momentos, con la ayuda y respaldo europeo; o si vamos a un escenario de cambio de políticas más de izquierdas, más sociales, que incidan mucho más en los efectos perversos que ha dejado la crisis, pero que de alguna forma deberán ser también consensuadas con Europa”. “Esto dependerá mucho, obviamente del nuevo gobierno y su estabilidad”, apunta el experto.
Asimismo, apunta que “un elemento clave en la nueva legislatura es que va a haber reformas políticas, ya ha habido algunas de menor calado en la anterior, pero ahora se esperan grandes reformas”, como “la cuestión territorial, la financiación, el sistema electoral y los partidos políticos, el Senado o el poder judicial”, entre otros. “La ciudadanía esperamos que haya movimiento en este sentido; y aunque los nuevos partidos no tienen fuerza por sí solos para llevarlas a cabo, se espera que los viejos partidos se sumen e incluso quieran liderar algunas de estas reformas”.
El nuevo año “irá marcando si estos cambios, que de una forma u otra deben acabar en una reforma constitucional, van a consensuarse entre el máximo de actores posible, van a dividirse los principales actores a partir de un tema imposibilitando la acción o incluso aunque agrupe a muchos de los principales actores van a producir una fractura que genere una oposición social de ciertos grupos”.
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