La presidencia de la Cámara, que estará en manos de los republicanos, podría ser para Ernest Maragall
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado, durante una rueda de prensa desde la Cámara catalana, que no repetirá en el cargo en la nueva legislatura tras las elecciones del 21 de diciembre.
"No me postularé para repetir como presidenta del Parlament. He cerrado un ciclo ante esta institución", ha explicado durante una rueda de prensa. "El nuevo momento requiere de una figura libre de procesos judiciales", ha añadido. No obstante, ha explicado que afronta con la misma ilusión una nueva etapa en la que será diputada y ha recalcado, la también expresidenta de la ANC que "no abandona la política".
"Puedo decir orgullosa que no nos hemos doblegado, no hemos cedido y nos hemos mantenido firmes en nuestro deber de garantizar debate parlamentario", ha dicho Forcadell.
La expresidenta de la Cámara catalana cierra una etapa, como ella misma ha declarado, con lo que ahora habrá que buscar otra persona que quiera asumir esta responsabilidad. Los rumores apuntan a que el cargo podría recaer en Ernest Maragall, después de que la número de dos de ERC, Marta Rovira, y el candidato a la presidencia de al Generalitat de Junts per Cataluya, Carles Puigdemont, acordaran una mayoría independentista en la Mesa de la Cámara catalana. Así, se repartirá de la siguiente manera: dos miembros de JuntsXCat, dos para ERC, dos para Ciudadanos y uno para el PSC.
Forcadell ha evitado pronunciarse sobre el perfil que deberá sustituirla y, más concretamente, se ha negado a avanzar si Maragall aceptará el cargo, aunque sí ha dejado caer que "se está negociando". Ha expresado, no obstante, que la persona que la sustituya debe afrontar el reto que ella misma asumió en esta legislatura de llevar a la Cámara cualquier debate que se produzca en la calle, sin ceder a las presiones de la censura.
PRESIÓN JUDICIAL A UNA FORCADELL MUY CUESTIONADA
La exrpresidenta del Parlament ha aducido en lo últimos días motivos personales para no repetir en el cargo, aunque no escapa a nadie que la presión judicial a la que se ha visto sometida durante la pasada legislatura ha pasado actura a la también expresidenta de la ANC. De hecho, Forcadell pasó una noche en prisión por orden del Tribunal Supremo, investigada por una causa de rebelión, antes de salir bajo el pago de una fianza.
Por otra parte, su papel como presidenta de la Cámara catalana ha sido duramente cuestionado desde todas las fuerzas políticas por su constante desafío a las recomendaciones de los letrados del Parlament y por ser la artífice de la reforma exprés del reglamento de la Cámara que facilitó los plenos de los días 6 y 7 de septiembre, cuando se aprobaron las leyes del Referéndum y de Transitoriedad Jurídica.
Aunque el Tribunal Constitucional ha acabado ratificando dicha remodelación y dando por bueno que se tramiten las leyes por lectura única, la figura de Forcadell quedó muy tocada y el papel que tuvo en los hechos acontecidos en el mes de octubre dejaron en entredicho su imparcialidad. "Más que la presidenta del Parlament, seguía actuando como presidenta de la ANC", considera Lorena Roldán, diputada de Ciudadanos.