El primer ministro británico resiste en el cargo en medio de una avalancha de dimisiones
En medio de la avalancha de dimisiones y renuncias en el seno del Gobierno británico, el primer ministro, Boris Johnson, ha tomado la decisión de destituir al que era, hasta ahora, uno de los mayores aliados, Michael Gove, ministro de Cohesión Territorial, Vivienda y Comunidades.
La decisión vino después de que Gove pidiera a Johnson que dejara su mandato, según informan los medios británicos. 'Financial Times' explica que Gove visitó a Johnson en su residencia de Downing Street para comunicarle que se le había terminado el tiempo al frente del Gobierno y del partido.
Boris Johnson se comprometió el miércoles a superar la rebelión abierta de los funcionarios de su Gobierno y a "seguir gobernando el país", mientras los miembros de su propio partido aumentan la presión para que dimita como primer ministro del Reino Unido.
"No voy a dimitir y lo último que necesita este país, francamente, son unas elecciones", declaró.
"Miro los problemas a los que se enfrenta este país, miro la mayor guerra en Europa desde hace 80 años", dijo Johnson mientras hablaba ante una comisión parlamentaria. "Y no puedo, por mi vida, ver cómo es responsable simplemente alejarse de eso".
En total, han dimitido más de 50 funcionarios del Gobierno de Johnson. El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el secretario de Sanidad, Sajid Javid, dijeron que no podían seguir apoyando la cultura del escándalo que rodeaba el mandato de Johnson.
Los dos ministros dimitieron tras varios días de explicaciones variadas desde la oficina de Downing Street sobre un escándalo sexual en el que está implicado un aliado de rango medio de Johnson.
El primer ministro está siendo criticado por su promoción del ministro junior Chris Pincher al puesto de jefe de filas, un cargo clave que implica la aplicación de la disciplina del partido. El ascenso se produjo a pesar de que Pincher fue acusado de haberse propasado con dos hombres en estado de embriaguez, y de que Johnson estaba al corriente de las acusaciones.