Una campaña inusual que llega a su fin: todos los partidos celebran sus actos de cierre
Intensa, crispada y con un despliegue de dirigentes nacionales. Esta sería una definición a vista de pájaro de lo que ha dado de sí la campaña electoral que ha precedido a los comicios autonómicos que se celebran el Cataluña el 27 de septiembre.
Los catalanes acuden a las urnas -por tercera vez en cinco años- para elegir la composición del Parlament de Catalunya, de 135 miembros, y el grupo mayoritario conformará un Ejecutivo que, según todas las encuestas, estará integrado exclusivamente por las fuerzas independentistas. Los sondeos más pesimistas han resultado favorables a que la candidatura que aúna CDC y ERC, con Artur Mas como presidenciable y Oriol Junqueras de número cinco, Junts pel Sí, obtenga un mínimo de 60 escaños. La CUP, liderada por Antonio Baños, podría darles los asientos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta, en 68 diputados en la cámara catalana.
Lea también: ¿Habrá independencia de Cataluña? Los expertos esperan incertidumbre y más autonomía
Que Mas sea quien pilote el barco está en manos de Baños, que ya ha dejado claro que prefiere a Junqueras o a Raül Romeva
De ser así, la desconexión con el Estado dará comienzo en cuanto se invista al president de la Generalitat, y se prevé alcanzar la independencia en el plazo máximo de 18 meses -o menos. Que Mas sea quien pilote el barco está en manos de Baños, que ya ha dejado claro que prefiere a Junqueras o a Raül Romeva, el número uno de Junts pel Sí, al timón del barco camino a “Ítaca”.
Pero antes, debemos votar. La cita es ineludible y la participación ya se augura de récord, según varios sondeos podría superar el 70%. Los indecisos, un 13% -aproximadamente 600.000- decantarán la balanza y darán más o menos poder al resto de candidaturas: Ciudadanos, Catalunya Sí que es Pot, PSC, PPC i Unió.
LOS OTROS PARTIDOS EN LIZA
Las fuerzas unionistas o constitucionalistas han vivido la campaña catalana como si fuera una primera vuelta de las elecciones generales de diciembre, especialmente el PSOE, que espera que la candidatura de Miquel Iceta logre evitar el descalabro del PSC. El líder nacional de los socialistas, Pedro Sánchez, ha vivido prácticamente en Cataluña y se ha dado baños de masas de la mano de históricos del partido como el mismísimo Felipe González.
De la mano de Mariano Rajoy, el PPC también ha peleado lo suyo, esperando que el "efecto Albiol", evite que el partido popular quede con poca representación parlamentaria. Xavier García Albiol ha sacado la artillería y ha hecho del miedo su mejor arma, esgrimiendo las amenazas de salida permanente de la UE, efectos devastadores sobre las pensiones o consecuencias en el sector bancario o empresarial en el caso de independencia.
Ciudadanos y Podemos -englobados estos últimos en Cataluña Sí que es Pot- también han mantenido las elecciones al Gobierno central en el horizonte. Albert Rivera e Inés Arrimadas también han enarbolado al bandera del "mejor juntos", mientras Pablo Iglesias ha apostado claramente por las políticas sociales frente a los recortes de Artur Mas y la aceptación del derecho a decidir.
GUÍA DE LAS ELECCIONES
El domingo se abrirán 2.681 colegios electorales y 8.181 mesas repartidas por las cuatro provincias, donde en total trabajarán el domingo más de 24.000 interventores, 49.000 suplentes y 3.885 representantes de la administración.
El horario de las votaciones será de manera ininterrumpida de las 09:00 horas a las 20:00 horas. Desde el centro de difusión de datos del 27S, que se instalará en el Parlament de Cataluña, se ofrecerán cifras de participación a las 14:00 y a las 18:00 horas.
El escrutinio de las papeletas comenzará al cierre de los colegios, a las 20:00 horas, cuando se espera también que los medios comiencen a ofrecer sus sondeos a pie de urna. Se darán a conocer los primeros resultados entre las 21:00 y las 22:00 horas, una vez acabado el recuento y enviado al centro de datos.
Se espera que el 90% escrutado llegue entre las 23:00 y las 24:00 horas.
Lee además:
No declarar la independencia de Cataluña para desgastar a Rajoy: ¿la estrategia de Mas tras el 27S?