Rivera ya ha mostrado su disposición a abstenerse en la segunda votación de investidura de Rajoy
El Partido Popular y Ciudadanos han dado un paso relevante en pos de la confianza mutua al pactar la composición de las mesas parlamentarias a satisfacción de ambos. El partido conservador ha logrado situar en la presidencia del Congreso a Ana Pastor, un valor seguro y de la más absoluta confianza de Rajoy, y Ciudadanos ha conseguido dos puestos en la mesa que no le correspondían al ser el cuarto en liza…
El esquema actual sugerido por Ciudadanos y en principio admitido por Rajoy no va a funcionar
Se ha querido ver en esta aproximación una especie de ensayo general del otro pacto, mucho más intenso y relevante, que se espera de ambas organizaciones, que es el de gobierno. De momento, como es conocido, Ciudadanos ya ha mostrado su disposición a abstenerse en la segunda votación de investidura de Rajoy. Actitud que abre camino y facilita las cosas pero que de momento no es bastante ni para asegurar la propia investidura ni mucho menos para garantizar una mínima gobernabilidad.
Es cierto que Rajoy ha manifestado que está dispuesto a gobernar con sus 137 escaños pero esta propuesta no es realista en absoluto, ni siquiera en el supuesto improbable de que lograr que tanto C’s como el PSOE se abstuvieran para otorgarle la investidura. En efecto, con 137 escaños es muy difícil conseguir una cierta estabilidad basada en una gobernabilidad relativamente estable. El recurso a la “geometría variable”, que han aplicado otros presidentes cuando ya habían sido investidos y disponían de una “mayoría suficiente”, no sirve para gestionar una mayoría tan precaria, que sólo se vuelve operativa si actúa en coalición o a través de un pacto de legislatura explícito y completo.
En definitiva, el esquema actual sugerido por Ciudadanos y en principio admitido por Rajoy no va a funcionar. Ciudadanos no puede mantener la pretensión de que el PP gobierne en estas condiciones, para lo cual es necesario que el PSOE se abstenga. Y tampoco es razonable que intente cargar la responsabilidad de la estabilidad gubernamental sobre los socialistas cuando entre PP y C’s existe una reconocida e innegable afinidad ideológica.
En la circunstancia actual, la única fórmula viable para salir del impasse es la entente PP-Ciudadanos, que no será fácil de alcanzar pero que no tiene verdadera opción alternativa.
Antonio Papell
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