Borrell ha apostado por repatriar a todos los españoles mientras Interior quiere estudiar caso por caso y avisa del riesgo
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El director Político del Ministerio de Exteriores, Enrique Mora, miembro del Consejo Europeo sobre Relaciones Exteriores (ECRF), ha firmado junto con otras 25 personas una carta abierta para que la UE acuerde un programa de repatriación de los ciudadanos europeos que se encuentran en campos de yihadistas en Irak y Siria.
En el texto, que Mora ha firmado a título personal, se dice que los países europeos "han demorado demasiado" el hacer frente a ete asunto y que, a falta de mejores opciones, "deberían iniciar inmediatamente un programa de repatriación controlado de sus nacionales.
"No solo hay hombres y mujeres, también grandes cifras de niños. Dejarlos en las prisiones improvisadas y en los campos de refugiados saturados en los que se encuentran es irresponsable y, en el caso de los niños, inhumano", afirman.
La posición expresada en la carta va en la línea de la que expresó el aún ministro Josep Borrell a principios de octubre. Borrell dijo que los españoles serían repatriados porque como españoles tienen derecho a que su Gobierno los proteja, y que rendirían cuentas con la Justicia en España.
Sin embargo, semanas después, la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, afirmaba que no habría repatriación en bloque y que sería preferible que fuesen juzgados en Irak. Además, la Fiscalía ha alertado del gran potencial adoctrinador de las mujeres, incluso de los niños.
En el caso de España, se trata de tres mujeres españolas y una marroquí con un total de 17 menores españoles a su cargo. Las tres españolas tienen órdenes internacionales de detención expedidas por tribunales españoles por su participación en actividades terroristas previas a su traslado a Siria.
Ahora, los firmantes de esta carta avisan de la inestabilidad que sufre la región y, por tanto, del incierto futuro de los campos de internamiento en los que están los yihadistas, y alegan que una repatriación "garantizaría control europeo de miembros del Estado Islámico" que de otra forma podrían escapar y cometer nuevos atentados.
También advierten de que los campos podrían caer en manos del régimen sirio, de manera que Bashar Al Assad podría utilizar a los ciudadanos europeos como monedas de cambio para lograr el reconocimiento de sus gobiernos. Sin olvidar que los niños corren más "riesgo de radicalizarse" creciendo en ese entorno "sin ley, sin tratamiento para su trauma y sin esperanza".
COMPRENDEN LA PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD
Los firmantes dicen comprender las preocupaciones de seguridad de los gobiernos europeos, pero creen que estos tienen recursos para perseguir judicialmente a estas personas, vigilarlas o reintegrarlas, incluso interrogarlas para saber más sobre las operaciones del EI.
En cuanto a la opción de que sean juzgados en Irak --algo que por ejemplo Francia ha empezado a abordar con las autoridades del país-- avisan no solo de la pena de muerte, sino de otras violaciones de derechos humanos, además de sobre el coste de la medida. Además, dicen que no está claro que Irak vaya a aceptarlo y que los kurdos sirios tienen capacidad de velar por miles de yihadistas.
En este contexto, alegan que, actuando juntos, los gobiernos europeos pueden reducir las críticas que podrían recibir y también los problemas logísticos de la repatriación. "No actuar ahora sería irresponsable, solo aumentaría los riesgos y la negligencia humanitaria de la actual política europea", concluyen.