Rajoy ya ha nombrado a su nuevo Gobierno tras ser investido presidente el pasado sábado
El Gobierno ha estado en funciones desde el 21 de diciembre de 2015, un total de 10 meses, 315 días en los que el país ha estado casi paralizado, políticamente hablando. Pero la situación ya ha empezado a cambiar. La investidura de Mariano Rajoy el pasado sábado como nuevo presidente y el nombramiento de su gabinete esta misma semana dan el pistoletazo de salida a la nueva legislatura. Por fin se pondrá en marcha la maquinaria institucional.
“Después del primer Consejo de Ministros las instituciones ya pueden estar a pleno rendimiento”
Este mismo viernes, tras la jura de sus cargos de todos los ministros ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela, se celebró el primer Consejo de Ministros. El nuevo equipo de Rajoy se estrenó en este tradicional encuentro, aunque más bien se trató de una 'toma de contacto', como explicó en rueda de prensa el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, que actuó por primera vez como portavoz del Ejecutivo. “Después del primer Consejo de Ministros las instituciones ya pueden estar a pleno rendimiento”, dice Emilio Serrano, politólogo y consultor de comunicación en Asesores de Comunicación Pública, que destaca que la principal diferencia con la situación anterior es que “el Gobierno ha recuperado la iniciativa política y puede marcar la agenda y llevar propuestas legislativas a debate en el Congreso y el Senado”.
Antes el Ejecutivo, al estar en funciones, tenía las manos 'atadas' en muchas cuestiones. Por ejemplo, no pudo aprobar los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 y tuvo que prorrogar los de 2016. No obstante, se rumorea que en el Ministerio de Hacienda que sigue liderando Cristóbal Montoro no han dejado de trabajar y ya tiene todo listo para presentar las nuevas cuentas públicas en cuanto sea posible.
“Lo importante es lo que no podía hacer Rajoy antes por estar en funciones y sí puede hacer ahora”, explica Juan José Guardia, profesor de Derecho Administrativo en la Universitat Abat Oliba CEU. Cree que entre las primeras medidas del Gobierno, además de los PGE, estará la actualización de las retribuciones de los empleados públicos y los pensionistas. Antes no se podía aprobar y es un tema delicado que “ya estaba generando malestar social”, por lo que puede ser una de las prioridades, dice.
Como el nombramiento y cese de altos cargos, algo que el Ejecutivo no podía hacer por estar en funciones. En ese sentido, destaca el profesor, lo que más prisa corre es renovar la cúpula de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), descabezada desde el pasado 6 de octubre, cuando terminó el mandato de la presidenta, Elvira Rodríguez, y vicepresidenta, Lourdes Centeno, y no pudieron ser sustituidas. Desde entonces, el organismo se encuentra liderado por Juan Manuel Santos Suárez. Y es que según el reglamento de régimen interior de la CNMV en casos como estos la presidencia será asumida por “el consejero no nato de mayor antigüedad en el cargo”.
Una de las cosas que más prisa corre es renovar la cúpula de la CNMV, descabezada desde el pasado 6 de octubre
El Gobierno tiene por delante unas semanas de trabajo intenso, con una montaña de medidas que aprobar y que se habían quedado encima de la mesa ante la imposibilidad de ser aprobadas en periodo de interinidad. Pero también tiene otras tantas ya aprobadas y que debe remitir a las Cortes. “El Ejecutivo en funciones no podía presentar Proyectos de Ley al Congreso, sí aprobarlos pero no presentarlos”, por lo que ahora remitirá a la Cámara toda una batería de leyes que estaban en 'hibernación', dice el profesor Guardia, que destaca que ahora todo “depende de los ritmos que imponga Rajoy”.
“El resto de niveles de los ministerios, por debajo de los cargos políticos, habrán estado trabajando para aprobar lo más pronto posible aquellas cuestiones que se hayan acumulado durante este año sin Gobierno”, señala por su parte Serrano, que dice que “los primeros meses serán de puesta al día”.
¿Y EL CONTROL AL GOBIERNO EN EL CONGRESO?
No obstante, para que la normalidad vuelva del todo a las instituciones hace falta no sólo que el Gobierno empiece a aprobar medidas, algo que por otro lado le costará más que antes, ya que no cuanta con la mayoría absoluta que sí tenía en 2011. También es necesario que el Ejecutivo se someta al control del Congreso.
En el periodo en funciones Rajoy y los suyos se han negado a hacerlo dado que, según argumentaban, no contaban con la confianza de la Cámara baja y además estaban en situación de interinidad, por lo que aseguraban que no tenían que dar explicaciones. Todo ello a pesar de la insistencia de los partidos de la oposición, que han solicitado en multitud de ocasiones a lo largo de estos 10 meses que el Gobierno diese la cara. Ahora ya no hay excusas.
“Las sesiones de control al Gobierno se retomarán cuanto antes, conforme a lo que marque el Reglamento del Congreso. La Mesa tendrá que organizarlo y convocar a la Junta de Portavoces para tal fin”, indica el politólogo Emilio Serrano, que cree probable que los partidos empiecen a registrar iniciativas en el Congreso con tal fin. Fuentes de la Cámara baja no se aventuran a poner una fecha, y se limitan a señalar que “todavía no hay nada decidido” al respecto. Además, dicen que habrá que esperar a ver qué dice la Mesa del Congreso al respecto, que habitualmente se reúne los martes.
Todo hace pensar que la primera sesión de control de esta legislatura no se celebrará hasta el próximo 16 de noviembre
Los plenos en los que el Gobierno se somete a las preguntas de la oposición suelen celebrarse los miércoles, pero cabe recordar que el de la semana que viene, 9 de noviembre, es festivo en Madrid, por lo que el Congreso permanecerá cerrado, como así indica la Cámara en el calendario de sesiones que publica en su página web. Por tanto, todo hace pensar que la primera sesión de control de esta legislatura no se celebrará hasta el próximo 16 de noviembre.
“Los partidos pueden presentar desde ya sus preguntas e interpelaciones, y el Gobierno está obligado a responder”, recuerda Juan José Guardia, que pone además el acento sobre una cosa: “Todo depende ahora de la oposición, y sobre todo del PSOE y Ciudadanos, que querrán demostrar que siguen siendo oposición a pesar de haber apoyado o facilitado la investidura de Mariano Rajoy”. “Van a querer demostrar que no han dado al PP una carta en blanco”, concluye.
Sea como sea, Serrano apunta a que la vuelta a la normalidad va a ser, “nunca mejor dicho, con normalidad”. Aunque sí que cree que habrá “debates muy encendidos en el plenario y en las sesiones de control, no tanto en las comisiones parlamentarias. No tardaremos en ver cómo unos partidos cargan las tintas contra otros y contra el Gobierno”, dice. También remarca que la “normalidad” será la tónica dominante, aunque apunta que se podrían volver a ver en el hemiciclo “debates como los de la legislatura 2004/2008”, muy subidos de tono.