Las próximas elecciones corren el riesgo de batir todos los récords negativos de participación
El gran elemento desmovilizador es el cansancio del electoral con unos políticos que en cuatro meses no han sabido o no han querido llegar a un acuerdo de gobierno
El pasado 20 de diciembre de 2015, el abrigo, el sabor a mazapán y las últimas compras navideñas, acompañaban al electorado en su camino hacia las urnas. Además, la aparición de nuevos partidos, provocaba una gran expectación por el resultado de estos comicios que hacía pronosticar una elevada participación.
No obstante, según los datos del Ministerio del Interior, el ambiente de ilusión electoral no cumplió las expectativas que apuntaban a una cifra histórica en cuanto a cantidad de votos y, la cifra final fue del 72,33%, que supuso un incremento de algo más de cuatro puntos respecto a los comicios de 2011 pero, se quedo lejos de las que mayor participación registraron fueron las de octubre de 1982, donde se alcanzó un 79,97% de las personas que ejercieron su derecho a voto.
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Pero, las próximas elecciones del 26 de junio corren el riesgo de batir todos los récords negativos. El primer elemento desmovilizador es el cansancio del electoral con unos políticos que en cuatro meses no han sabido o no han querido llegar a un acuerdo de gobierno. Por otro lado, las encuestas pronostican pocos cambios en esta repetición de elecciones. Los únicos aspectos que resultan novedosos con respecto al 20D, son la coalición de izquierda de Unidos Podemos y un leve conocimiento por parte de la ciudadanía de la tendencia de las formaciones en la política de pactos.
El gran elemento desmovilizador es el cansancio del electoral con unos políticos que en cuatro meses no han sabido o no han querido llegar a un acuerdo de gobierno
Pero, existe otro factor en el contexto electoral, que podría provocar que se produjese una ‘abstención veraniega’. El 26 de junio ya habrán dado comienzo las vacaciones en los colegios y, además, se une a que será el último día de un puente festivo en numerosos zonas del país, que provocará que muchas personas decidan cambiar la papeleta por la toalla.
El 24 de Junio es día de San Juan, como informa el diario El Periódico, es festivo en Cataluña, con 5,3 millones de personas con derecho a voto, la Comunidad Valenciana, con 3,5 millones de votantes, y Galicia, 2,25 millones. Además hay que sumar importantes ciudades como, Palma, Almería, Albacete, Badajoz o León, que provocarían que más de 12 millones de españoles estén en riesgo de no ir a votar por disfrutar del ‘puente’.
Este hecho estival es uno de los causantes de que se duplique la petición de voto por correo para las elecciones del 26J. Según datos del Ministerio del Interior, se ha pasado de 622.000 en la última cita del 20-D a 1,2 millones de papeletas emitidas en la misma fecha previa a las urnas puede matizar la bajada de participación que anticipan las encuestas y elevar el 68% previsto, cinco puntos menos que en diciembre. Un buena opción para aquella que no quieran abstenerse pero, también quieran disfrutar de un descanso.
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¿A QUIÉN BENEFICIA Y A QUIÉN PERJUDICA UNA ELEVADA ABSTENCIÓN?
En las 12 elecciones legislativas que se han producido en España desde 1977, siempre que la participación ha sido inferior al 70%, las formaciones de derecha han sacado mejores resultados y se ha impuesto en las elecciones. La única excepción es, en 1989, cuando el PSOE logró la victoria en las urnas con un 69,74% de electores que acudieron a las urnas. Por lo tanto, según estos datos, el gran beneficiado de una abstención superior al 30% podría ser el Partido Popular, ya que como señala el analista político, Oscar Santamaría, sus votantes “son históricamente más fieles”.
Por otro lado, Ciudadanos y Unidos Podemos, necesitan según Santamaría que “la gente salga a votar, porque son partidos que han surgido y crecido gracias a nuevos votantes y al voto de la esperanza y el cambio”, aunque indica que el gran perjudicado de una elevada cifra en la abstención sería el PSOE, debido a que en su posición actual “no puede dejar escapar ni un voto”.
En este sentido, la encuesta que publicaba el diario La Razón en el mes de mayo, el 13,5% de los ciudadanos que votaron al PSOE en las elecciones del 20D se abstendrán en la nueva cita electoral. En el caso de Ciudadanos, la abstención es más acusada, con un 20% de votantes de la formación naranja que eligen no acudir a las urnas.
Por otro lado, el sondeo que realizaba El Español, en el mismo sentido que el anterior diario, apunta que el 5% de votantes socialistas no hará uso de su derecho al voto y, en el caso de los electores C’s, la abstención sería de un 14% superior respecto a las pasadas elecciones.
Tanto PP como Unidos Podemos, aunque también estarían perjudicados por ‘la abstención veraniega’ entre sus votantes, verían menos mermados sus apoyos debido a que todas las encuestas apuntan a un trasvase de votos a su favor procedente de otras formaciones.
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