El hombre que se hizo de oro con la crisis del 2008 afina su última gran apuesta bajista
Michael Burry vuelve a la carga. El hombre que se hizo de oro en 2008 apostando contra las hipotecas subprime en EEUU y anticipando así la crisis financiera mundial tiene un nuevo objetivo: forrarse a costa de Tesla.
La fabricante de coches eléctricos fundada y dirigida por Elon Musk viene de cerrar 2020 con un rally del 820%, y de hacer perder a los que apostaron contra ella más de 38.000 millones de dólares.
Para que se hagan una idea, se trata de la mayor corneada a los osos bajistas que Ihor Dusaniwsky, que trabaja recopilando este tipo de datos para S3 Partners, ha visto nunca. Y uno de estos inversores que se quedaron 'pillados' el pasado año es el propio Burry.
Famoso por el libro y la película homónima, 'The Big Short' (La gran apuesta), Burry anunció a principios de diciembre del 2020 que estaba poniéndose corto en Tesla a niveles "ridículos". Ese mismo mes, la compañía extendía sus alzas y lo cerraba con una subida del 44%. Otra más.
Tesla, que viene de registrar su mejor racha ganadora a principios de este año con 11 sesiones consecutivas en verde, no solo ha convertido a Musk en el hombre más rico del mundo. También ha enfurecido a Burry. "Bueno, mi último gran corto se está haciendo más y más y más grande, disfruten mientras puedan", publicaba el tiburón de Wall Street en un tuit el pasado jueves, que ya ha borrado.
¿Qué hizo Tesla entonces? Seguir subiendo. Ese mismo día, la fabricante basada en Fremont, California, cerraba la sesión disparándose otro 8%. Lejos de quedarse sin batería en su imparable ascenso, más y más analistas se unen a su causa. El último de ellos es Colin Rusch, de Oppenheimer, que esta semana ha subido su precio objetivo hasta los 1.000 dólares.
Esta cifra no solo es la más alta de todas las recogidas por los 37 analistas que cubren Tesla y recoge FactSet, sino que además dobla el precio objetivo promedio de dicha base de datos, que actualmente se encuentra en los 542,60 dólares por acción.