Tras el sonado debut en Wall Street de la fabricante apadrinada por Amazon y Ford
Rivian Automotive ha debutado esta semana en Wall Street y ya es la segunda fabricante de coches estadounidense más valiosa del mercado. Solo por detrás de Tesla, claro.
La empresa apadrinada por Amazon y Ford aspira a dominar el área de venta de camiones 'pickup' eléctricos y SUVs. Sus ambiciosos planes encontraron el aval de los inversores, que en su debut impulsaron los títulos de la compañía un 29%.
Su puesta de largo, a bombo y platillo, no ha pasado inadvertida para Elon Musk, que raudamente a acudido a su perfil personal de Twitter para poner 'deberes' a Rivian Automotive: "Espero que sean capaces de alcanzar unos altos niveles de producción y un flujo de caja equilibrado, ese es el verdadero examen".
El tuit de Musk era, a su vez, la respuesta del excéntrico fundador y CEO de Tesla a una pregunta de uno de sus seguidores que se cuestionaba cómo una empresa como Rivian, que aún no es rentable, ha logrado tener un debut tan bueno.
Musk aprovechó además la ocasión para volver a sacar pecho recordando que "hemos presenciado el nacimiento de cientos de startups automovilísticas, impulsadas tanto por combustión como por electricidad, pero Tesla es la única americana que ha alcanzado un gran nivel de producción y un flujo de caja positivo en los últimos 100 años".
Volviendo a Rivian, lo cierto es que la compañía ha reconocido que no planea empezar a ganar dinero "en un futuro cercano", declaraciones que no han detenido a los inversores a la hora de subirse a su OPV, quizás por temor a perderse el tren de 'la nueva Tesla'.