La revisión del vehículo y la prudencia en carretera, entre las recomendaciones más importantes
Esta semana está siendo y será, con mucha seguridad, la más fría de todo el invierno. Si a esto le sumamos las abundantes nevadas en casi todas las partes del país, nos queda un panorama muy navideño. Sin embargo, la conducción con nieve se convierte en todo un desafío, y más si es nuestra primera vez. El peligro está presente y algunos organismos recomiendan seguir una serie de consejos para salir indemnes de la borrasca Filomena de estos días.
Antes de nada, tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como el Real Automóvil Club de España (RACE) coinciden en que, en la medida de lo posible, se eviten los desplazamientos. No obstante, consideran que antes de salir debemos revisar algunos componentes del vehículo y ver si se encuentran en buen estado. En este caso, habría que ver si las ruedas no presentan daños o el dibujo del neumático está desgastado.
Además, nunca viene mal echar un vistazo tanto al nivel de anticongelante como al líquido del aceite y los frenos, sin olvidarnos tampoco de las luces antiniebla en caso de que se vislumbren bancos de niebla durante el desplazamiento.
Tras una exhaustiva revisión del coche, comienza la conducción. La DGT advierte que se debe tener el viaje planificado y conocer de antemano las posibles paradas y vías alternativas si las condiciones climatológicas nos impiden seguir el recorrido marcado.
Prudencia. Este es el término que manejan los expertos para temporales como el que estamos viviendo, que viene acompañado de medidas como mantener la distancia de seguridad con el vehículo de delante, reducir la velocidad o circular en marchas largas, según RACE.
Asimismo, la plataforma Confortauto añade que debemos realizar maniobras suaves si la pista está helada, evitando así que perdamos el control del coche. Jordi Gené, piloto y experto en conducción, sugiere que "lo importante es mantener la calma y no hacer maniobras bruscas”. “Se tiene que mover el volante con la máxima suavidad posible y pisar el freno ligeramente hasta que se rebase la placa de hielo y el coche vuelva a ganar adherencia”, añade.
El RACE también aconseja evitar en la medida de lo posible los adelantamientos, ya que el comportamiento de los conductores puede resultar más impredecible. En esta línea, el uso de cadenas durante la conducción se antoja clave en caso de que no dispongamos de neumáticos de invierno.
La Dirección General de Tráfico recuerda que se debe prestar atención a las señales de la carretera, así como de las indicaciones del propio organismo en los letreros electrónicos situados en diversos puntos de la carretera.
En este contexto, menciona los códigos de colores que utilizan para informar a los conductores a qué velocidad deben transitar según las condiciones de cada momento, pudiendo pasar del color verde (está comenzando a nevar y está prohibido superar los 100 kilómetros) al negro (se prohíbe la conducción), además del amarillo y el rojo.
Mas allá de las recomendaciones en carretera, hay otras relacionadas con el confort y el interior del vehículo. Ahí, RACE estima que la temperatura interior debe rondar los 21 grados, ya que "una mayor temperatura empañará los cristales y puede provocar somnolencia al volante". Igualmente, debemos tener un sistema de ventilación adecuado y ropa cómoda, de forma que este último no impida el correcto funcionamiento del cinturón de seguridad.
Sobre la iluminación en carretera, advierten del peligro del uso de las luces largas, ya que la humedad puede dispersarla y crear un efecto pantalla. Por ello, la DGT recomienda el uso de las luces de cruce y las de antiniebla en caso de que sea necesario.