Aún queda mucho camino por recorrer para que su implantación total sea una realidad
El fin de los vehículos diésel y gasolina ya tiene fecha. El Gobierno ha fijado en 2040 como el año en el que estos coches dejarán de venderse y en 2050 ya no podrán circular, según el borrador de la Ley de cambio climático y transición energética. Puede que los consumidores tengan que empezar a pensar ya en adquirir automóviles eléctricos, pero antes, se recomienda conocer sus peculiaridades.
En España aún queda mucho camino por recorrer para que la implantación total del coche eléctrico sea una realidad. Actualmente, los vehículos comercializados de este tipo no cuentan con una gran autonomía, las baterías necesitan varias horas para llenarse completamente, los puntos de recarga existentes son pocos y su precio es aún elevado.
Aunque es cierto que este alto importe se compensa a la larga, gracias al ahorro en combustible, al menor desembolso en mantenimiento y al ahorro en los impuestos locales. Sin embargo, seguro que a los consumidores les surgen ciertas dudas a la hora de plantearse la compra de un coche eléctrico. Una de las principales es el precio. Es cierto que, pese a que su inclusión en el mercado no es nueva, siguen sin estar a la alcance de cualquier bolsillo. Ahora mismo, el modelo más barato y con las condiciones mínimas, ronda los 22.000 euros, aunque lejos de los 150.000 euros que cuesta el más caro.
Otra de las dudas más importantes está relacionada con la batería y la autonomía del vehículo. Aunque los kilómetros que se pueden recorrer con un coche eléctrico dependen de la capacidad que tenga la batería, actualmente la mayoría de los que circulan por las ciudades cuentan con una autonomía como mucho alrededor de 250 kilómetros.
Lo ideal es disponer de un punto de recarga en casa, algo para lo que hay que informar a la comunidad de vecinos en el caso de que se trate de un garaje comunitario
Aquí entra en juego también el tipo de carga. La mayor eficiencia del vehículo eléctrico se logra dejándolo enchufado toda la noche. Para ello, lo ideal es disponer de un punto de recarga en casa, algo para lo que hay que informar a la comunidad de vecinos en el caso de que se trate de un garaje comunitario. Además de estos puntos, en las ciudades existen otros de carga rápida. Para 2030, la Comisión Europea calcula que en España tendrán que estar disponibles 220.000 puntos de recarga. En ellos, la capacidad de la batería se llena en un 80% en tan solo media hora.
También hay que tener en cuenta que, con el paso del tiempo, la batería del vehículo va envejeciendo y perdiendo capacidad de almacenamiento. Los expertos consideran que la vida de una batería ha llegado a su fin cuando pierde el 20% de su capacidad.
En cuanto al coste de la recarga, varía dependiendo de si se hace en el garaje de casa o en algún punto de los repartidos por la ciudad. Con la mayoría de las tarifas eléctricas, por unos 1,5 euros se puede cargar el vehículo para circular hasta 300 kilómetros. Un coste más económico que si se hace en la calle, donde el precio puede ir desde los 5 euros para un recorrido de 100 kilómetros. Ambos casos, eso sí, suponen un ahorro en comparación con repostar el automóvil con diésel o gasolina.
Si estás decidido a cambiar de coche y después de esto te has convencido de optar por un vehículo eléctrico, seguro que también te interesa ahorrar el máximo dinero posible. Existe una herramienta con la que conseguir gastar lo menos posible en esta compra. Se trata de Carfy.es, una compañía española que busca en 24 horas las mejores ofertas del panorama nacional de forma totalmente gratuita. Con más de medio millón de clientes, ha conseguido un ahorro de 4.500 euros de media para aquellos que finalmente se decidieron a aceptar una oferta.