Los inversores descuentan que la nueva variante provocará menos restricciones en el futuro
Wall Street ha cerrado con alzas (Dow Jones: +0,55%; S&P 500: +0,62%; Nasdaq: +0,85%) tras el rebote de las dos últimas jornadas, que ha acercado al S&P 500 de nuevo a sus máximos históricos. Los inversores han seguido comprando pese a la expansión de la variante Ómicron, debido a que varios estudios han comprado que sus efectos son menos graves que los causados por la variante Delta, aunque sea más contagiosa.
Los inversores descuentan que la extensión de Ómicron puede lastrar al crecimiento de Estados Unidos durante el primer trimestre, pero al mismo tiempo anticipan que una variante menos grave es el siguiente paso para que la pandemia de Covid-19 no cause restricciones económicas en el futuro.
"Varios estudios en Reino Unido, Dinamarca y Sudáfrica han confirmado que Ómicron causa menor riesgo de hospitalización que Delta, aunque eso no significa que no pueda colapsar los sistemas hospitalarios, debido a su alto nivel de transmisión", han explicado los expertos de Danske Bank. Pero, por el momento, los inversores prefieren ver el vaso 'medio lleno', lo que justifica el optimismo de los últimos días.
Recordamos que las bolsas mundiales no abrirán hasta el próximo lunes, ya que cierran este viernes por Navidad. "Una variante más infecciosa pero menos peligrosa tiene el potencial de eventualmente poner fin a la pandemia, ya que la inmunidad colectiva podría alcanzarse de manera más amplia sin abrumar a los sistemas hospitalarios", han explicado desde el banco danés.
"Desde el punto de vista de la economía, un escenario como este implicaría una menor necesidad de restricciones severas y una actividad económica más normal, lo que conduciría a una eventual relajación de los cuellos de botella del lado de la oferta, así como a una normalización de los patrones de consumo", han añadido.
Sin embargo, esto puede no ser así en todos los países. Por ejemplo, China ha confinado la ciudad de Xian, de 13 millones de habitantes, debido a la expansión del virus. La política de 'tolerancia cero' con el Covid del Gobierno chino puede suponer más confinamientos en el futuro y crear problemas en las cadenas de suministro, algo que de momento no ha descontado el mercado.
El Banco Mundial recortó este miércoles su previsión de crecimiento para China en 2021 y anticipó riesgos a la baja para su estimación de un avance del PIB del 5,1% en 2022. Un aterrizaje brusco del gigante asiático sería una mala noticia para el próximo año.
En cualquier caso, la volatilidad ha bajado y los inversores se muestran ahora más optimistas. En la agenda económica, se han publicado varios indicadores. El primero, la inflación preferida de la Fed, el deflactor del consumo privado subyacente, que ha subido en noviembre hasta el 4,7% en tasa interanual, frente al 4,2% de octubre y el 4,5% calculado por los expertos. De esta forma, ha crecido a su ritmo más alto en 32 años.
"Seguirá subiendo en los próximos meses, alcanzando un máximo de casi el 5,1%-5,2% en marzo. Los efectos de base favorables y -esperamos- la disminución de la presión sobre los precios de los vehículos empezarán a reducirla", han declarado desde Pantheon Macroeconomics.
Asimismo, las peticiones semanales de desempleo se han mantenido en las 205.000, sin cambios respecto al dato de hace siete días y a las previsiones de consenso.
"La historia principal no ha cambiado: la tendencia de las solicitudes es muy baja y sigue cayendo, porque el aumento de la demanda está aliviando la presión sobre las empresas", han dicho los expertos de la entidad.
Además, los pedidos de bienes duraderos de noviembre han despuntado hasta el 2,5%, desde el 0,1% anterior y frente al 1,6% calculado por los expertos. El informe refleja que ha habido un gran peso del transporte, en este sentido, puesto que la tasa que excluye a los bienes de este sector es del 0,8%, frente al 0,3% de la última actualización.
"Esperamos cifras más sólidas en diciembre, pero reducimos un poco nuestras previsiones debido a que la ola de Ómicron parece estar afectando al gasto en los restaurantes", han sentenciado los expertos de Pantheon Macroeconomics.
Además, a lo largo de la tarde se ha publicado el índice de la confianza del consumidor, elaborada por la Universidad de Michigan. El dato ha alcanzado los 70,6 puntos frente a los70,4 previsto.
Por análisis técnico, la corrección de los últimos días ha encajado totalmente dentro de los parámetros normales en las bolsas. El S&P 500 marcó un mínimo este lunes en 4.531 puntos, aunque este miércoles cerró en 4.696 enteros, muy cerca ya de su máximo histórico de 4.743.
"En la medida en que el S&P 500 respete los 4.495 puntos, aquí no ha pasado nada", ha argumentado José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. "El soporte a respetar lo encontramos en los mínimos de la sesión del 3 de diciembre", ha añadido este experto.
Por tanto, sólo si el índice pierde ese nivel de precios, estaría confirmando una figura bajista en forma de 'doble techo' que abriría la puerta a un nuevo tramo correctivo para el principal indicador mundial. "Una vez más, cuando vienen mal dadas, Wall Street es el mejor aguanta el tipo", ha concluido nuestro experto.
A nivel empresarial, Elon Musk, consejero delegado de Tesla, ha dicho que "casi ha terminado" con la venta de acciones que prometió en Twitter. Tras ello, las acciones de la compañía han subido un 5,7%.
Por otro lado, Novavax ha publicado que su vacuna ha demostrado "una amplia reactividad cruzada contra Ómicron y otras variantes circulantes, con respuestas que aumentaron después de una tercera dosis a los seis meses". Tras el anuncio, las acciones de la empresa han caído un 3,3%.
Asimismo, las acciones que cotizan en Hong Kong del gigante chino del comercio electrónico, JD.com, se han desplomado cerca de un 7% después de que Tencent anunciara que distribuirá a sus accionistas la mayoría de sus acciones en JD.com, valoradas en más de 16.000 millones de dólares.
En otros mercados, el barril de petróleo West Texas sube un 1,62% hasta 73,94 dólares. Además, el euro avanza un 0,07% y se cambia a 1,1332 dólares. Y la onza de oro avanza un 0,42%, hasta 1.809 dólares, mientras la rentabilidad del bono americano a 10 años alcanza el 1,493%. Por último, el bitcoin sube un 3,90%, hasta 50.918 dólares.