El S&P 500 ha caído por debajo de los 4.000 puntos por primera vez en más de un año
Jornada negra en Wall Street para comenzar la semana (Dow Jones: -1,99%; S&P 500: -3,20%; Nasdaq: -4,29%). El parqué neoyorquino con un desplome a la altura de la sesión del pasado jueves. El foco de los inversores esta semana está centrado en el dato de inflación en EEUU, que se publicará el miércoles, los confinamientos en China, que amenazan la cadena global de suministro; y la guerra en Ucrania, que sigue tensionando el escenario geopolítico y el precio de las materias primas.
Los índices neoyorquinos cerraron su quinta semana bajista consecutiva, algo que no ocurría desde 2011. El S&P 500 ha caído este lunes por debajo de los 4.000 puntos, su nivel más bajo en el último año.
Los inversores esperan el dato de inflación en EEUU del mes de abril para calibrar si finalmente se produce una desaceleración en el ritmo de subida del IPC. "De cumplirse los pronósticos, y moderarse el ritmo de crecimiento interanual, es factible que los mercados de bonos y de renta variable occidentales reaccionen positivamente, algo a lo que ayudará también el elevado nivel de sobreventa que muestran muchos valores y los principales índices", explican desde Link Securities.
En cualquier caso, "tanto la guerra de Ucrania como los confinamientos en China, producto de la estrategia de 'covid-cero', son dos factores claramente inflacionistas, que van a impedir que esta variable pueda moderar su comportamiento en la medida que sería deseable, al menos en los próximos meses", argumentan.
Estos expertos añade que la retirada de estímulos monetarios de los bancos centrales por la elevada inflación "va a endurecer sin duda alguna las condiciones de financiación y, con toda seguridad, va a provocar una sensible desaceleración del crecimiento económico a nivel global", razón que explica el negativo comportamiento de las bolsas hasta la fecha.
En su opinión, "la cuestión es si los bancos centrales van a ser o no capaces de impedir un 'aterrizaje brusco' de las economías mundiales, hecho que, de no lograrlo, podría provocar a medio plazo la entrada en recesión de algunas de las principales economías desarrolladas", el principal temor del mercado.
Sobre la guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha defendido este lunes la invasión de Ucrania y ha manifestado que fue una decisión "correcta" por parte de Moscú. Por su parte, los países del G7 han anunciado que cortarán las importaciones de petróleo y gas ruso, aunque la Unión Europea no ha podido acordar un embargo total del petróleo ruso, debido a la oposición de Hungría, Eslovaquia y República Checa.
Otro factor negativo para el mercado es la debilidad económica en China por los confinamientos masivos, que pueden prolongarse durante todo el mes de mayo. El puerto de Shanghai está operando al 25% de su capacidad y las exportaciones se han desplomado frente al mes de marzo, lo que supone problemas adicionales para las industrias de los países desarrollados y más inflación.
Por su parte, el fundador de Microsoft, Bill Gates, ha comentado que "quienes tienen una visión pesimista del panorama económico global tienen una base sólida para su argumento". En su opinión, "es probable que los tipos de interés aumenten lo suficiente como para causar una desaceleración económica mundial".
El barril de crudo West Texas se ha desplomado un 6,75% ($102,35) y el barril Brent se ha hundido un 6,42% ($105,17), mientras el euro se ha apreciado un 0,08% ($1,0559). Además, la onza de oro ha caído un 1,59% ($1.852). Por último, el bitcoin se ha desplomado un 9,65% ($31.283) y ha llegado a alcanzar mínimos de julio de 2021; y la rentabilidad del bono americano a 10 años se relaja hasta el 3,03%.