Los inversores esperan los datos de inflación y Dimon advierte sobre una recesión
Wall Street ha finalizado la sesión de este martes sin tendencia definida (Dow Jones: +0,12%; S&P 500: -0,65%; Nasdaq: -1,10%) tras el cierre bajista del lunes. El Nasdaq finalizó en mínimos de los dos últimos años, debido a la corrección de los fabricantes de chips, lo cual da una idea de la fortaleza actual de las ventas.
El pesimismo de Jamie Dimon, CEO y presidente de JP Morgan, no contribuyó a mejorar el sentimiento de los inversores. El directivo anticipó una recesión en EEUU "en seis o nueve meses" y añadió que "puede ir de muy leve a bastante dura y mucho dependerá de lo que ocurra con esta guerra. Así que creo que adivinar es difícil, hay que estar preparado”.
Según Dimon, el S&P 500 podría caer otro 20% “fácilmente” desde los niveles actuales. Además, “el siguiente 20% sería mucho más doloroso que el primero. JP Morgan se está preparando y vamos a ser muy conservadores con nuestro balance", agregó; al tiempo que aconsejó a los inversores que hagan lo mismo.
En este escenario, los inversores se preparan ya para conocer el dato de inflación de septiembre en EEUU, que se publicará el jueves y será clave para el rumbo de las bolsas. Se espera que la inflación subyacente siga subiendo, lo que reforzará el tono agresivo de la Reserva Federal (Fed) en su lucha por controlar los precios.
El consenso prevé que el dato general de IPC caiga hasta el 8,1% desde el 8,3% de agosto en tasa interanual, pero estima que la subyacente ascienda hasta el 6,5% desde el 6,3%.
En este sentido, la presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, ha lamentado de que, incluso con las fuertes subidas de tipos que han llevado a cabo desde la Reserva Federal (Fed), aún no han conseguido controlar la creciente inflación, por lo que tendrán que seguir endureciendo la política monetaria.
"A pesar de cierta moderación en el lado de la demanda y de los incipientes signos de mejora en las condiciones del lado de la oferta, no ha habido progreso en la inflación". "Nada de esto es indoloro, pero la alta inflación que estamos experimentando ya está infligiendo dolor a muchas personas", ha agregado.
Asimismo, ha advertido que una desaceleración de la economía de Estados Unidos combinada con un endurecimiento de la política monetaria podría producir una recesión en el futuro.
Antes del IPC del jueves, el miércoles se publicará el índice de precios de producción (IPP) de septiembre en EEUU. También en este caso se espera una moderación en la tasa de crecimiento interanual del índice general, mientras que para la subyacente se prevé que mantenga o supere el ritmo de crecimiento de agosto.
Estos datos moverán el mercado y tampoco puede descartarse un rebote de corto plazo, debido a la elevada sobreventa que acumulan los índices neoyorquinos a corto plazo y al elevado pesimismo imperante.
Todo ello mientras la incertidumbre sigue por todo lo alto en el mercado de bonos. El Banco de Inglaterra ha anunciado otra intervención, pero no está consiguiendo reducir el nerviosismo sobre los 'gilts' británicos.
Por su parte, la rentabilidad del bono americano a 10 años ha repuntado al 3,93%, muy cerca ya del nivel psicológico del 4% que, si es superado, puede provocar un nuevo tramo bajista para la renta variable americana.
En la escena empresarial, los inversores se preparan para una nueva temporada de resultados empresariales, que comenzará este viernes con las cifras de JP Morgan, Citi, Wells Fargo y Morgan Stanley, entre otras entidades financieras.
En otros mercados, el petróleo West Texas ha bajado un 2% ($89,30) y el crudo Brent ha cedido un 1,8% ($94,43). Por su parte, el euro ha cotizado plano ($0,97). Además, la onza de oro ha caído un 0,1% ($1.673) y el bitcoin ha bajado un 1,15% ($19.001).