La gran banca americana inicia la temporada de resultados del primer trimestre
Wall Street ha cerrado con signo mixto (Dow Jones +0,16%; S&P 500 -0,40%; Nasdaq -0,99%). Los principales índices neoyorkinos han borrado las alzas de primera hora tras las advertencias de Jerome Powell. Aun así, tanto el Dow Jones como el S&P 500 han marcado nuevos máximos históricos en los 33.911 y 4.151 puntos respectivamente. El Nasdaq, por su parte, ha llegado a estar por encima de los 14.000 puntos, niveles que no veía desde mediados de febrero.
El banquero central ha alertado de que Estados Unidos todavía se enfrenta a posibles riesgos a la baja, como un retraso en las vacunas o que la pandemia genere un nuevo incremento en casos por las nuevas variantes surgidas.
Todo ello después del esperado repunte de la inflación que se produjo en marzo, que impulsó al IPC general interanual hasta el 2,6% y al IPC subyacente hasta el 1,6%. Sin embargo, esta subida de los precios no afectó al mercado de bonos, lo que motivó que los inversores comprasen de nuevo acciones del sector tecnológico.
"En los próximos meses, los efectos de base respecto a 2020 y los aumentos de precios únicos derivados de la reapertura de la economía, junto a cierto impacto de precios más altos por los cuellos de botella de la cadena de suministro, deberían continuar impulsando el ritmo de la inflación general hasta el 3,5% interanual", señalan desde Capital Economics.
No obstante, la Reserva Federal (Fed) tiene en cuenta para su política monetaria el índice PCE, que mide la evolución del gasto de los consumidores y es más fiable para calibrar las expectativas de inflación a largo plazo. La Fed prevé que este indicador repunte hasta el 2,4% en los próximos meses de manera transitoria, para situarse en niveles del 2% en 2022, dentro de su objetivo de inflación.
Por tanto, esta esperada subida de precios no afectará a su política monetaria. En cualquier caso, este tema seguirá centrando la atención del mercado, ya que el mercado puede ponerse nervioso si la inflación sube por encima de lo previsto o si esta subida de precios afecta a las expectativas de inflación a largo plazo.
Por otro lado, los inversores comienzan a descontar la temporada de resultados del primer trimestre, que ha comenzado este miércoles con las cuentas de los grandes bancos como JP Morgan Chase, Wells Fargo y Goldman Sachs.
Tanto JP Morgan como Goldman Sachs han superado los pronósticos del consenso con sus cifras trimestrales.
El jueves lo harán Citigroup y Bank of America, además de Delta Air Lines, PepsiCo y UnitedHealth Group, mientras que el viernes publicará Morgan Stanley.
El equipo de estrategia de JP Morgan se pregunta si las expectativas actuales del mercado "son demasiado altas" y si hay peligro de que se produzca "una reducción de los márgenes", debido al aumento en los costes de producción y a la escasez de ciertos componentes, como está ocurriendo con los chips que necesitan los fabricantes de automóviles.
Su respuesta es que, a nivel general, "las perspectivas de beneficios se mantendrán favorables para las bolsas, tanto desde el volumen/apalancamiento operativo, como desde el punto de vista de los márgenes de beneficios".
Además, el debut en bolsa de Coinbase, el mayor bróker de criptodivisas mundial, también ha provocado una gran expectación, mientras el bitcoin sigue marcando máximos históricos jornada tras jornada.
La compañía se ha estrenado en el Nasdaq volando un 70% hasta llegar a rozar los 430 dólares. Estas alzas le han permitido superar los 100.000 millones de capitalización.
Por análisis técnico, el Nasdaq 100 ha marcado máximos históricos y ha vuelto a situarse en 'subida libre', la mejor situación posible para cualquier subyacente. "Desde los mínimos de la última gran crisis (marzo de 2020) acumula una revalorización del 105%. O lo que es lo mismo, ha duplicado su precio en poco más de un año", señala José María Rodríguez, analista de Bolsamanía.
En otros mercados, el petróleo West Texas sube un 1,8%, hasta 61,30 dólares, mientras el euro se aprecia un 0,05% y se cambia a 1,1952 dólares. Además, la rentabilidad del bono americano a 10 años avanza hasta el 1,63% y la onza de oro cae un 0,2%, hasta 1.743 dólares.