Trump ha ordenado ataques que han matado a un poderoso general iraní
Cierre bajista en Wall Street (Dow Jones: -0,82%; S&P 500: -0,71%; Nasdaq: -0,79%) tras el aumento de las tensiones geopolíticas entre Irán y EEUU. Donald Trump ha ordenado ataques contra militares iraníes e iraquíes que han acabado con la vida del poderoso general iraní Qassen Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán. También ha muerto Abu Mahdi al Muhandis, comandante de la milicia iraquí. Esta situación aumenta de forma exponencial la crispación entre EEUU e Irán.
Las caídas de este viernes llegan después de una muy buena primera sesión del año al otro lado del Atlántico, con subidas medias del 1% que permitieron a los índices neoyorquinos marcar nuevos máximos históricos. Sin embargo, el optimismo con el que ha comenzado 2020 parece desvanecerse en medio de estas tensiones geopolíticas, que benefician a la cotización de activos más seguros, como el oro, que ha repuntado un 1,5% y ha marcado máximos de cuatro meses.
El petróleo también ha descontado este incidente. El miedo a recortes de producción debido a estos ataques ha llevado al Brent y al West Texas a repuntar un 3% este viernes, hasta niveles de 68,60 dólares y 63 dólares, respectivamente.
"En los mercados de valores, la muerte de Soleimami parece una excusa conveniente para recoger algunos beneficios tras una gran racha alcista", afirma David Lafferty, estratega jefe de Natixis.
"El incidente debería mantener elevada la prima de riesgo geopolítico en los mercados petroleros en las próximas semanas. Este riesgo puede verse exacerbado por el uso de la fuerza de la administración Trump", opina este experto. "El riesgo de confrontación directa entre EEUU e Irán puede ser pequeño, pero está creciendo. Como mínimo, las represalias iraníes corren el riesgo de desencadenar escaramuzas de ojo por ojo en toda la región", añade.
A nivel empresarial, las acciones de Tesla han repuntado un 3% después de que el fabricante de coches eléctricos haya aumentado sus ventas globales un 50% a lo largo de 2019, hasta 367.500 unidades.
A nivel económico, el ISM manufacturero de diciembre ha bajado de manera inesperada hasta 47,2 desde 48,1, cuando el mercado esperaba una recuperación hasta 49.0. Se trata del nivel más bajo para este indicador desde junio de 2009, cuando se produjo la Gran Recesión.
En opinión de Pantheon Macroeconomics, es un dato "decepcionante" causado sobre todo por la guerra arancelaria entre EEUU y China. "No esperamos una recuperación sostenida a corto plazo. El acuerdo comercial de 'Fase Uno' mantiene vigentes aranceles del 25% sobre gran parte de las importaciones chinas, y vemos pocas posibilidades de un acuerdo comercial integral para eliminarlos antes de las elecciones de noviembre", señalan estos analistas.
Por último, las actas de la última reunión de la Fed han confirmado el mensaje del organismo monetario, que se reafirmó a mediados de diciembre en su actual estrategia de mantener los tipos durante 2020. "No haremos nada a menos que las cosas cambien materialmente", así puede resumirse la política del banco central, según indican desde Pantheon Macroeconomics tras analizar las actas.
Un aumento de la volatilidad desde niveles muy reducidos y una probabilidad más alta de registrar una corrección del 10%. Son las principales previsiones de Joseph Davis, director de estrategia de Vanguard Group, uno de los mayores fondos de inversión a nivel mundial, con una cartera de activos valorada en 5,6 billones de dólares.
Este experto considera que, tras el impresionante rally alcista de los últimos meses, la renta variable estadounidense afronta un riesgo mayor de lo normal de sufrir una caída pronunciada en algún momento de 2020. Si en condiciones normales, la probabilidad histórica de una caída del 10% para Wall Street es del 30%, actualmente Davis considera que esa probabilidad se ha elevado hasta el 50%, según ha comentado.
La última corrección importante que registró Wall Street ocurrió precisamente hace un año, cuando los índices neoyorquinos se desplomaron un 20% desde sus máximos históricos hasta el día de la Nochebuena de 2019, que se convirtió en la más bajista de la historia para la renta variable estadounidense.
En otros mercados, el euro se deprecia un 0,1% y se cambia a 1,1160 dólares. Por último, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años cae hasta el 1,82%, mientras que la del bono a dos años baja al 1,55% y la del bono a tres meses cede al 1,51%.