El presidente de la Fed ha dado un auténtico espaldarazo a la economía de EEUU
Wall Street no para de subir. Los principales índices estadounidenses han cerrado nuevamente en verde (Dow Jones +0,57%, Nasdaq -0,23% y S&P 500 +0,17%) y han extendido sus subidas con un Dow Jones que ya ha recuperado todo lo perdido este año. Lo han hecho después de que haya hablado el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en el simposio Jackson Hole, que ha arrancado este jueves. En su intervención ha señalado su intención de mantener los tipos bajos.
Sin lugar a dudas, las palabras del jefe del banco central han determinado el rumbo que han tomado las negociaciones este jueves, ya que antes del toque de campana Wall Street se teñía de rojo. Los inversores esperaban mucho de él, y Powell no ha decepcionado en Jackson Hole, que por primera vez se celebra de forma virtual debido a la pandemia de coronavirus.
El presidente de la Fed ha anunciado un nuevo enfoque de la política monetaria, centrado en fomentar el crecimiento del empleo y en permitir que la inflación supere el objetivo del 2%, lo que podría ayudar a mantener los tipos de interés más bajos durante más tiempo. "A muchos les resulta contradictorio que la Fed quiera impulsar la inflación. Sin embargo, la inflación que es persistentemente demasiado baja puede plantear graves riesgos para la economía", ha asegurado.
El banco central lleva años intentando mantener la inflación en el 2%, una tasa que los responsables de la política monetaria estadounidense consideran manejable e indicativa de una economía saludable. Sin embargo, desde la crisis financiera el dato casi siempre se ha quedado por debajo del objetivo de la Fed. Por eso Powell ha decidido dar un giro histórico.
Todo ha ido según lo previsto, y la Fed ha anunciado nuevos estímulos, por lo que los principales índices han encontrado en ello el catalizador que necesitaban para seguir subiendo.
Pero Jackson Hole no es lo único que está este jueves en el radar de los inversores. En el plano macroeconómico, se ha publicado por un lado la revisión del dato del PIB del segundo trimestre, que finalmente se contrajo un 31,7%, y no un 32,9% como se había estimado inicialmente. Por otro, se ha conocido el dato semanal de peticiones de desempleo, que ha caído en 98.000 hasta 1 millón.
Al otro lado del Atlántico, las dudas también se han apoderado de las bolsas europeas, que han cerrado con caídas al igual que los parqués de Asia y el Pacífico.