Los inversores descuentan represalias de Irán contra Estados Unidos
La incertidumbre geopolítica entre Estados Unidos e Irán después de que el Gobierno de Trump confirmara la muerte de un todopoderoso general iraní no ha pasando desapercibida en Wall Street. A pesar de que ha comenzado el lunes en números rojos, ha cerrado con leves subidas (S&P 500 +0,35%, Dow Jones 0,24% y Nasdaq 100 +0,56%).
La Bolsa de Nueva York, que había marcado máximos históricos el pasado 2 de enero, registró el pasado viernes su cierre más bajista de las últimas semanas. Los inversores recogieron beneficios tras las últimas subidas acumuladas y después de que Donald Trump haya agitado de nuevo el 'avispero' de Oriente Medio tras ordenar la muerte de Qassen Soleimani, considerado el número 2 del régimen persa.
En cualquier caso, la bolsa estadounidense sube más que nunca bajo el mandato de Trump. El S&P 500 acumula un avance superior al 50% desde que el republicano llegó a la Casa Blanca. Una cifra que dobla al 23% de retornos bursátiles que promedia el selectivo con el resto de presidentes, según Bespoke Investment Group, en un informe con datos que se remontan a 1928.
Sin embargo, la avaricia de los inversores estadounidenses está disparada tras los últimos récords históricos. Así lo indica el índice 'Fear and Greed', elaborado por la CNN, que ha alcanzado los 93 puntos sobre 100, su máximo nivel desde finales de 2017. Y es de sobra conocido que un exceso de complaciencia puede provocar la caída de los mercados y una corrección de cierta envergadura.
En la escena económica, este lunes se ha conocido del dato de actividad del sector servicios en EEUU correspondiente al mes de diciembre, un 52,8. Una cifra por encima a la espera por el consenso, que estimaba un 52,2.
A nivel empresarial, Boeing (0,3%) tendrá que afrontar mayores controles y exigencias por parte de los reguladores americanos para obtener la autorización de vuelo de su polémico 737 Max, implicado en dos accidentes mortales.
Además, los expertos de Pivotal Research han elevado su recomendación sobre Alphabet (2,5%), matriz de Google, hasta comprar desde mantener. También han aumentado su valoración hasta 1.650 dólares por acción desde $1.445.
En este escenario, el aumento de la incertidumbre geopolítica entre Irán y EEUU puede ser la 'excusa perfecta' para que las bolsas mundiales registren una recogida de beneficios tras las últimas ganancias acumuladas.
"Cualquier ataque iraní de intereses estadounidenses probablemente provocará más ataques militares americanos contra objetivos persas, incluso dentro de Irán", afirman los analistas de RBC. Por ello, creen que "el escenario está preparado para una espiral de represalia que podría mantener a los mercados al margen durante 2020".
Una de las posibles represalias del régimen persa puede ser la de intentar reducir las exportaciones mundiales de petróleo. Hace unos meses, un ataque con drones a la principal planta de Arabia Saudí (presumiblemente patrocinado por Irán) paralizó temporalmente la producción saudí.
Y aunque el bombeo se recuperó rápidamente, la capacidad iraní para controlar el estratégico estrecho de Ormuz es una de sus principales bazas para presionar a EEUU y sus aliados. En este escenario, el Brent ha cerrado con una caída del 0,31 hasta los 68,39. Durante las primeras horas de la sesión ha llegado a rozar los 70 dólares.
Por su parte, la onza de oro, considerado el activo refugio por excelencia, repunta un 1%, hasta 1.577 dólares, y roza máximos de los últimos siete años. Durante la jornada, ha llegado a revalorizarse hasta 1.579 dólares, máximos desde abril de 2020.