El S&P 500 lucha con los 2.900 puntos y se ha hundido un 15% desde sus récords
Wall Street ha vuelto a registrar caídas destacadas, aunque ha cerrado lejos de mínimos intradía por el tirón alcista de última hora en el Nasdaq (Dow Jones: -1,39%; S&P 500: -0,83%; Nasdaq: +0,01%). En cualquier caso, la Bolsa de Nueva York ha cerrado su semana más bajista desde la crisis financiera mundial del 2008 (Dow Jones: -12,4%; S&P 500: -11,5%; Nasdaq: -10,5%). El temor ante la expansión del coronavirus ha provocado que los principales índices de EEUU hayan caído más de un 15% desde sus máximos históricos (marcados la semana pasada en el caso del S&P 500) y hayan entrado en territorio correctivo. El Dow Jones se ha hundido hasta 25.409 puntos tras desplomarse un 14% desde máximos y el S&P 500 ha caído hasta los 2.954 puntos y se deja un 13% desde sus récords del pasado miércoles.
Esto a pesar de que los los inversores han elevado de manera muy destacada la probabilidad de que la Reserva Federal (Fed) baje los tipos de interés en abril e incluso en marzo.
En este sentido, debido a la gravedad de la situación, en un breve comunicado que no estaba previsto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha comentado que "los fundamentos de la economía estadounidense siguen siendo fuertes".
No obstante, ha añadido que, "sin embargo, el coronavirus plantea riesgos en evolución para la actividad económica. La Reserva Federal está monitorizando de cerca los desarrollos y sus implicaciones para el panorama económico. Utilizaremos nuestras herramientas y actuaremos según sea apropiado para apoyar la economía". Los expertos de Barclays han valorado que "la declaración representa un cambio rápido de tono" frente a los comentarios de las últimas semanas, que consideraban apropiada la actual senda de la política monetaria.
Esty Dwek, estratega de Natixis IM, comenta que los temores de recesión mundial “continuarán mientras el virus se siga propagando” como lo ha empezado a hacer las últimas semanas, ya que “los mercados corrigen a medida que crecen las preocupaciones sobre la pandemia global y sus consecuencias económicas”.
Dwek espera una recuperación del crecimiento hasta finales de 2020, pero añade que probablemente "el impacto del brote durará también en el segundo trimestre" debido a que ya se están viendo contagiados en toda Europa, algo que está "afectando al turismo y al entretenimiento".
No obstante, Dwek advierte que, tras esta semana de caídas, "los próximos días podrían seguir siendo difíciles para las acciones", aunque señala que "el rebote puede ser rápido una vez que los temores disminuyan, incluso si no vemos una recuperación económica en forma de V".
Dentro del frente empresarial, destacan las caídas de Caterpillar, termómetro de la economía mundial en EEUU, que ha cedido un 1,6%. Desde Goldman Sachs ya han advertido de que las compañías estadounidenses no verán un crecimiento en las ganancias este año.
En positivo, uno de los sectores que mejor se ha comportado ha sido el de los fabricantes de chips. El índice de Semiconductores de Filadelfia ha repuntado más del 2% y ha sido uno de los más alcistas.
En otros mercados, el petróleo West Texas cae un 4%, hasta 45,17 dólares, mientras el mercado sigue descontando una menor demanda mundial debido al coronavirus. Por su parte, la onza de oro cae un 3,8%, hasta 1.579 dólares, tras marcar este lunes máximos de siete años cerca de 1.700 dólares.
Además, la rentabilidad del bono americano a 10 años ha marcado un nuevo mínimo histórico en el 1,14% y el rendimiento del bono a 2 años ha hecho lo propio en el 0,92%. El mercado de bonos está anticipando un duro frenazo económico por el coronavirus y al mismo tiempo ha elevado de manera ostensible la probabilidad de más estímulos económicos por parte de la Reserva Federal (Fed).
Por último, el euro se aprecia un 0,25% y se cambia a 1,1025 dólares, tras marcar recientemente mínimos de tres años en $1,0775. Y el índice VIX de volatilidad, conocido popularmente como índice del miedo, se ha disparado un 15%, hasta los 45 puntos, máximos desde 2011.