Tras las fuertes pérdidas del viernes, los índices miran de nuevo a mínimos anuales
Wall Street ha cerrado la sesión de este lunes con pérdidas (Dow Jones: -0,32%; S&P 500: -0,75%; Nasdaq: -1,04%) y extiende las caídas en una semana que estará marcada por el IPC de septiembre (jueves) y los resultados empresariales que comenzarán a publicar los grandes bancos americanos el próximo viernes.
Tras las fuertes pérdidas del final de la semana pasada, debido a que el Informe de Empleo mostró un mercado laboral todavía muy ajustado pese a las subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed), los índices miran de nuevo a los mínimos anuales (y desde 2020) marcados en la última jornada de septiembre. De hecho, el Nasdaq ha cerrado en mínimos de dos años afectado por la caída de las acciones de chips.
Este lunes, el volumen de negocio ha sido más reducido de lo habitual, debido a que el mercado de bonos está cerrado por la fiesta nacional del 'Columbus Day'.
Los expertos de Julius Baer reconocen que los datos de empleo "aumentan el riesgo de que la Fed mantenga una política de línea dura en las próximas reuniones", aunque al mismo tiempo añaden que "la caída en las ofertas de empleo" indican que "la Fed tiene margen para reducir el ritmo de sus subidas de tipos a 50 puntos básicos desde los 75 pb de los tres últimos encuentros".
En este sentido, creen que "las cifras de inflación de septiembre serán un dato importante para confirmar nuestras expectativas de un ritmo más lento de subidas de tipos de interés". Por tanto, los datos de IPC (sobre todo de inflación subyacente, que excluye alimentos y energía) que se publicarán el jueves antes de la apertura, serán determinantes para el rumbo del mercado en el final de la semana.
El asesor económico jefe de Allianz, Mohamed El-Erian, por su parte, prevé que la inflación subyacente siga subiendo, lo que puede forzar a la Fed "a cometer otro error" y ser demasiado agresiva para contener los precios, después de haber considerado durante muchos meses que la inflación en EEUU era transitoria.
Por el momento, el mercado descuenta que habrá otra subida de 75 pb en la reunión de la Fed de primeros de noviembre.
La vicepresidenta de la Reserva Federa, Lael Brainard, y el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, han pronunciado sendos discursos este lunes en los que ha dejado claro que el banco central seguirá subiendo tipos para controlar la inflación.
Brainard ha reiterado que la política monetaria del banco central seguirá siendo restrictiva y que se necesitará algún tiempo para que los efectos se transmitan a la economía y se reduzca la inflación.
"Con el fin de reducir la inflación y mantener las expectativas de inflación sólidamente ancladas en el 2%, la Reserva Federal ha aumentado el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 300 puntos básicos en los últimos siete meses, y tanto las encuestas de mercado como las de políticas indican aumentos adicionales hasta finales de este año y durante el próximo", ha subrayado.
En la misma línea se ha mostrado Evans, que ha afirmado que los tipos de interés deberán permanecer lo "suficientemente" altos como para desacelerar la economía. Las tasas seguirán subiendo hasta finales de este año y principios del próximo.
El banquero central ha indicado que espera que la tasa de referencia de los fondos federales del banco central aumente un poco más del 4,5% a principios de 2023 y luego permanezca en ese nivel durante algún tiempo.
Por otra parte, el Banco de Inglaterra ha anunciado nuevas medidas de liquidez para garantizar la estabilidad del sistema y defender la posición de los fondos de pensiones británicos, que se han visto muy castigados por el colapso del mercado de bonos en las últimas semanas.
A nivel estratégico, los analistas de Bank of America no están comprando la idea de que las bolsas mundiales han hecho suelo y de que lo peor ha pasado para los mercados de renta variable. "El riesgo de un evento crediticio sigue siendo extremadamente alto", advierten sus estrategas.
“Somos bajistas tácticos hasta Halloween”, indican sus estrategas en uno de sus últimos informes. En su opinión, el mercado seguirá bajando hasta niveles de 3.300 puntos en el S&P 500 para forzar un “pánico político” y una respuesta contundente durante la cumbre del G20, que se celebrará el 15 y 16 de noviembre en Indonesia.
Posteriormente, esperan un fuerte rebote del mercado, aunque consideran que “el gran suelo” de las bolsas no se alcanzará hasta el primer trimestre de 2023, cuando se producirán “shocks de crédito” o sea evidente una recesión.
En la escena empresarial, los inversores se preparan para una nueva temporada de resultados empresariales, que comenzará este viernes con las cifras de JP Morgan, Citi, Wells Fargo y Morgan Stanley, entre otras entidades financieras.
Rivian Automotive, por su parte, ha caído fuertemente (-7,28%) después de que el fabricante de vehículos eléctricos dijera el viernes por la noche que retirará más de 12.000 automóviles, casi todos los vehículos eléctricos que ha fabricado hasta la fecha, para verificar que un sujetador en el conjunto de dirección de los vehículos está correctamente ajustado.
Además, se han producido fuertes caídas en los fabricantes de chips y semiconductores en China y Hong Kong el lunes, tras los nuevos controles a la exportación publicados por EEUU el pasado viernes, entre los que se incluye una medida para impedir el acceso de China a determinados chips semiconductores fabricados en cualquier parte del mundo con equipos estadounidenses.
En otros mercados, el petróleo West Texas ha bajado un 1,7% ($91,75) y el crudo Brent ha cedido un 1,9% ($96,80). Por su parte, el euro se ha depreciado un 0,4% ($0,9703). Además, la onza de oro ha caído un 1,9% ($1.681) y el bitcoin ha perdido un 1,17% ($19.235).