Los expertos de Federated Hermes, divididos sobre cuándo se normalizará la situación
Las recientes caídas de las bolsas mundiales continúan siendo un foco de preocupación para el mercado. Los temores a una recesión en Estados Unidos y los vaivenes del yen, con su consiguiente efecto en el 'carry trade', han elevado notablemente la volatilidad del mercado. Pero ¿está justificada esta volatilidad?
Para Charlotte Daughtrey, especialista en inversión de renta variable de Federated Hermes, no. "Los últimos datos de empleo publicados a principios de agosto han preocupado al mercado, pero es importante que los inversores no extrapolen un dato a una tendencia. Fundamentalmente, seguimos creyendo que el telón de fondo para EEUU sigue siendo razonablemente sólido, con muchas valoraciones (más allá de los 'Siete Magníficos') sin riesgos", explica esta analista.
Esta estratega recuerda que la suavización de los datos macroeconómicos es un requisito obligatorio para que la Reserva Federal (Fed) recorte los tipos de interés. En este sentido, y tras una retórica "más pesimista" en la reunión de julio, ahora la firma de Pensilvania espera varios recortes de las tasas oficiales en Estados Unidos de aquí a finales de año. "Esto debería reforzar nuestra tesis central de un aterrizaje suave (o una recesión técnica muy superficial)", subraya Daughtrey.
En este escenario, apunta la analista de Federated Hermes, sus perspectivas para las pequeñas capitalizaciones "no han cambiado". Así, ve "un cambio en el liderazgo del mercado y una ampliación del rendimiento financiada por la recogida de beneficios del ahora concurrido comercio de inteligencia artificial (IA)".
"Los inversores preocupados por la volatilidad deberían considerar carteras con un sesgo de calidad, que deberían ayudar a proporcionar protección a la baja en un mercado inestable", agrega.
No obstante, Lewis Grant, gestor principal de carteras de renta variable global de Federated Hermes, opina que el sentimiento negativo "sigue dominando" el mercado a pesar de la caída desde máximos del índice VIX.
"La expresión 'error político' vuelve a estar sobre la mesa ante la inminencia de una recesión en Estados Unidos. Los inversores se preguntan si el hecho de que la Reserva Federal se haya centrado en controlar la inflación ha provocado el aterrizaje forzoso que creíamos haber evitado. Las cifras de empleo del viernes llevaron a muchos a sugerir que era necesario un recorte urgente de los tipos de interés para evitar la recesión, aunque esto parece poco probable mientras los mercados crediticios sean sólidos", señala este estratega.
Según los datos de la herramienta FedWatch de CME, el consenso da por hecho una bajada de tipos de interés en septiembre por parte de la Reserva Federal. Además, se inclina por un recorte de 50 puntos básicos, hasta una horquilla de entre 475 y 500 puntos básicos. Hace tan solo unos días, esta métrica otorgaba prácticamente un 100% de probabilidades a un recorte de esta magnitud.
No son pocos los expertos que creen que la Fed está obligada a mover ficha. Jean-Louis Nakamura, director de Conviction Equities (boutique Vontobel), cree que los últimos acontecimientos han dejado al mercado con un "temor adicional" de que "no se produzca ningún rescate real de la política antes de septiembre".
"Si el desplome de los precios de los activos de riesgo se prolonga significativamente, no puede excluirse un recorte de emergencia por parte de la Fed. En ese caso, el rebote de las acciones podría ser tan brutal como el reciente episodio de ventas masivas, y los sectores y mercados más apoyados por los motores seculares y/o la sensibilidad a los tipos de interés (tecnología, inteligencia artificial, EEUU, Taiwán, India) serían los que progresarían más rápidamente", explica.
No todos los expertos defienden esta tesis. Rania Gule, analista sénior de mercados de XS.com, considera que las expectativas de recortes de los tipos de interés extraordinarios entre las reuniones de julio y septiembre "pueden ser exageradas y poco realistas". "Tales recortes suelen reservarse para casos de emergencia, como la crisis de la Covid-19, y con una tasa de desempleo del 4,3%, no parece que actualmente se justifique una respuesta de emergencia", agrega. Cabe destacar que los datos de la herramienta FedWatch de CME dan una probabilidad de casi el 100% a un recorte de 50 puntos básicos en septiembre.
Sea como fuere, otros analistas creen que lo importante es "la tendencia". Así lo explican los estrategas de Oxford Economics, quienes reconocen que, si bien las expectativas de una bajada de 50 puntos básicos son "exageradas", los riesgos "se están desplazando hacia tres recortes en lugar de los dos" para el resto del año.
Sin embargo, no todos los ojos están puestos en la Fed. La caída del lunes en Japón también se explica porque el mercado teme que el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) pueda haber cometido su propio error de política monetaria, subiendo los tipos de interés en un momento equivocado. Si bien las actas de la última reunión del organismo muestran la convicción en seguir subiendo el precio del dinero hasta el 1% mientras la inflación escale hacia el 2%, el vicegobernador del organismo, Shinichi Uchida, comentó recientemente que el BoJ no aumentará las tasas de interés "cuando los mercados financieros sean inestables".
Estas declaraciones, apunta Gule, afectan indirectamente a la volatilidad de los mercados bursátiles mundiales, pues se han traducido en un "notable" debilitamiento del yen frente al dólar. Por el contrario, George Khoury, director global de investigación de CFI, cree que el yen podría seguir siendo muy volátil si el BoJ mantiene un "tono pesimista" o una "postura cautelosa" en lo que respecta a su política monetaria.
Grant es de los que apuetan por esto último, ya que cree que los movimientos "instintivos" del mercado a la apreciación del yen dan buena cuenta de la fragilidad de la confianza de los inversores. "Esperamos que los datos macroeconómicos, especialmente los procedentes de EEUU, impulsen la volatilidad mundial hasta la reunión del FOMC de mediados de septiembre. Sin embargo, ahora pesa sobre los mercados un sesgo bajista: las malas noticias serán castigadas con dureza, las buenas recibirán un encogimiento de hombros silencioso", sentencia.