Las nuevas normas introducen una cobertura que la banca debe reservar para cubrir pérdidas
Los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han logrado un acuerdo provisional sobre los requisitos de capital que se exigirán a los bancos en relación al nivel de nuevos préstamos dudosos que se acumulen en sus balances.
La propuesta original de la Comisión Europea, presentada en marzo de 2018, buscaba crear un marco prudencial para la gestión de préstamos fallidos y reducir el riesgo de acumulación de estos activos en los balances de los bancos.
Así, sobre la base de una definición común de préstamo dudoso (NPL, por sus siglas en inglés) las nuevas normas introducen un nivel mínimo de cobertura que los bancos deben reservar para cubrir las pérdidas causadas por futuros préstamos que no van a ser devueltos o corren el riesgo de no ser devueltos. Si la entidad no cumbre con este nivel mínimo se aplicarán deducciones en sus fondos propios.
La Comisión Europea ha celebrado el acuerdo, que ha calificado como "un paso importante" para reducir los riesgos en el sector bancario y reforzar su solidez. En opinión de Bruselas, las medidas conseguirán en última instancia que las entidades financieras puedan cumplir su papel "indispensable" en la financiación de la economía y el respaldo al crecimiento.
El ministro de Finanzas de Austria, Hartwig Löger, que ostenta la presidencia de turno de la UE hasta que finalice el año, ha destacado que el bloque comunitario había hecho "importantes progresos" recientemente para hacer más sostenibles los balances de los bancos, pero faltaba "un marco amplio para evitar su acumulación en el futuro".
"El acuerdo alcanzado garantizará que los bancos tengan menos préstamos dudosos en sus balances, lo que debería incrementar su solidez y permitirles financiar nuestras empresas", ha señalado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Estabilidad Financiera, Valdis Dombrovskis.