Tras un año de récords, la entidad espera que en 2022 las compañías todavía crezcan más
Desde 2020, el sector de lujo está demostrando su atractivo. En la actualidad, y pese a la pandemia, las compañías relacionadas con éste muestran sus fortalezas, como el poder de los precios, la alta rentabilidad, los balances ricos en efectivo y los beneficios de 'lo digital'. Todo ello tras una amplia recuperación en 2021. Desde UBS ponen el foco en este tipo de valores dentro de Europa para ver cómo será su comportamiento de cara al año que acabamos de estrenar.
Durante el ejercicio que acabamos de dejar, muchas empresas del sector asistieron a una "fuerte tendencia de subida de las estimaciones". Sin embargo, de cara a 2022, los expertos de la entidad creen que será diferente, elevando su estimación de incremento de beneficio por acción conjunto en un 3% de media. "Es probable que el círculo virtuoso del poder de los precios y la mayor deseabilidad de la marca que conlleva impulse una mayor polarización de los resultados de las empresas en el actual entorno de mayor inflación", sostienen.
Tras los récords de ventas en 2021, conseguidos pese a la falta de turismo, especialmente procedente de China, y gracias al fuerte sentimiento de los consumidores sobre la reapertura gradual de las economías, UBS estima que para 2022 estas compañías registrarán un 12% de crecimiento con un impacto neutro del tipo de cambio, con los ingresos totales de las compañías cotizadas un 25% por encima de 2019, es decir, en niveles bastante superiores a los anteriores a la pandemia del coronavirus. Esto será así porque se beneficiarán del consumo favorable y de los precios más altos.
Los temas a tener en cuenta de cara a este ejercicio respecto al sector son: el poder de los precios como fuerza clave del sector, pero reservado solo para unos pocos; las diferencias de márgenes entre los actores ganadores y los rezagados, que probablemente no desaparezcan, especialmente en un entorno de mayor inflación; y la categoría de joyería recuperando la cuota de mercado perdida gracias a su continua fortaleza.
En el lado de los precios, esta es una característica clave y un impulsor de ventas en el sector del lujo, ya que marcas como Louis Vuitton, de LVMH, han subido los precios a una media de 2,5 veces la inflación en los últimos 20 años. "Esto es especialmente importante en un entorno de inflación creciente, que ha sido la principal preocupación de los inversores en los últimos 12 meses".
Eso sí, los temores alrededor de una presión de precios más persistente pueden confirmar el atractivo estructural del lujo gracias a su capacidad de generar ingresos, beneficiando su crecimiento orgánico de ventas y márgenes.
Sobre las diferencias entre unas empresas y otras, desde UBS creen que los inversores que esperan un mejor comportamiento de los rezagados pueden llevarse una decepción. "Tras unos años de fuerte polarización en los resultados de las empresas, los inversores buscan continuamente la reversión a la media con la esperanza de que algunos de los actores de bajo rendimiento puedan beneficiarse finalmente de comparables más débiles", sostienen.
"En nuestra opinión, las empresas con un rendimiento inferior al esperado (por ejemplo Burberry, Tod's, Swatch y Salvatore Ferragamo) que no están dispuestas a invertir en el crecimiento de sus marcas a largo plazo, es probable que sufran una mayor presión que las empresas más rentables (por ejemplo, Richemont, Hermés) y que las que han optado por reinvertir en respuesta a la ralentización anterior o reciente (por ejemplo, Kering, Moncler y Prada)", vaticinan.
En cuanto a la joyería, será un subsector clave dentro del lujo, puesto que seguirá aumentando su cuota de mercado en 2022, suponiendo un atractivo entre los valores rezagados. "Esperamos que la categoría se beneficie de una fase de recuperación, que podría jugarse mejor a través de Richemont ('comprar') y LVMH ('comprar'), especialmente tras su adquisición de Tiffany", afirman.
Poniendo el foco en el turismo, UBS centra el tiro en China, a la espera de que el Gobierno del país rebaje las restricciones. Aunque todavía no está claro el momento, sus analistas creen que tendrá un efecto inmediato en el sector. "Si se observan los datos de devolución de impuestos de Planet, que hacen un seguimiento del gasto de los turistas en Europa, está claro que el turismo y el gasto de lujo van de la mano", comentan.
"Consideramos que una desaceleración inesperada del mercado estadounidense es el principal riesgo potencial para el sector, y que el retorno anticipado del turismo asiático es la mayor fuente de nuevas subidas", añaden.
Con todo este contexto, los expertos de UBS mantienen su preferencia por títulos defensivos como EssilorLuxottica, y por los que siguen teniendo un fuerte impulso de marca, como Prada y Richemont, todos ellos con recomendación de 'comprar'. También se inclinan por Moncler y Kering (suben ambas a 'comprar' desde 'neutral'), esperando que sus mayores inversiones en marcas para 2021 se traduzcan en una mejora secuencial de los ingresos y del impulso de la marca.
Por el lado contrario, rebajan a Salvatore Ferragamo a 'vender' desde 'neutral' por el riesgo de caída de las estimaciones en el periodo de transición que se avecina, mientras que a Hermés la pasan de 'comprar' a 'neutral' por motivos de valoración.
El sector en su conjunto cotiza con una prima del 128% respecto al índice MSCI Europe, frente al 64% de media de los últimos 10 años, reflejando sus sólidos fundamentos. "Aunque la rotación del mercado sigue siendo un riesgo, creemos que el poder de fijación de precios y la integración vertical del sector sustentan una valoración máxima en el contexto actual", sentencian.