En cambio, el presidente apostará por reforzar el gasto en defensa
La Administración Trump ha publicado este lunes un presupuesto anual de 4,8 billones de dólares para el año fiscal 2021, que comienza el 1 de octubre. Lo más destacado son los recortes importantes para los programas de seguridad social y ayuda exterior y los mayores gastos para defensa, según anticipan los medios estadounidenses.
Sin embargo, es improbable que este nuevo presupuesto se convierta en ley aunque sea aprobado por el Senado, con mayoría republicana, debido a que necesita el apoyo del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes. La oposición ya ha confirmado que no apoyará estas cuentas.
Se trata de un presupuesto que Trump utilizará para defender y reforzar las medidas tomadas hasta la fecha en un año electoral en el que se jugará su permanencia en la Casa Blanca, con las elecciones presidenciales previstas para el 3 de noviembre.
El plan presupuestario aumenta el gasto militar un 0,3%, hasta 740.000 millones de dólares. Además, reduce el gasto no defensivo un 5%, hasta 590.000 millones, por debajo del nivel que el Congreso y el presidente acordaron en un acuerdo presupuestario de dos años el verano pasado.
Por otra parte, para recortar el déficit público, Trump propone recortar el gasto en 2 billones en ahorros de programas destinados a los más desfavorecidos. Estos recortes incluyen 130.000 millones por reformas en los precios de medicamentos recetados por el sistema Medicare, 292.000 millones por recortes del sistema Medicaid y 70.000 millones por endurecer la elegibilidad para el acceso a beneficios federales por discapacidad.
El Gobierno americano ha pronosticado que seguirá registrando déficits presupuestarios durante los próximos 15 años, hasta 2035. Estima que para el año fiscal 2021 registrará un déficit presupuestario de 966.000 millones de dólares, equivalente al 4,1% del PIB. Entre 2021 y 2030, el déficit acumulado de la Administración estadounidense se situará en 5,6 billones de dólares.
Para el próximo año fiscal, las arcas públicas de EEUU registrarán unos ingresos de 3,8 billones de dólares y unos gastos de 4,8 billones de dólares. "Los déficits federales insostenibles y la deuda son una amenaza real para la prosperidad estadounidense", alerta el documento, asegurando que "ralentizan" el crecimiento económico y tienen "consecuencias negativas" para el presupuesto y para el país.
Entre 2021 y 2030, el Ejecutivo de Trump espera que el crecimiento del PIB del país se sitúe en torno al 3%. De su lado, también ha pronosticado que el paro se mantenga en el 3,6% durante el próximo año (mínimos desde hace 50 años), aunque hasta 2030 acabará repuntando para situarse en el 4%.
Con respecto a la deuda pública, el Gobierno estadounidense ha calculado que seguirá subiendo en los próximos diez años, hasta acabar situada en 23,9 billones de dólares en 2030, sinte billones más que la deuda registrada en el año fiscal finalizado en septiembre de 2019.
Pese a los continuos incrementos de la deuda pública, su peso con respecto al PIB se irá reduciendo por el crecimiento de la economía. Así, mientras que en 2021 será del 81% del PIB, en 2030 acabará cayendo hasta el 66%.