Berenberg maneja un escenario en el que se evitarán "daños extremos" en los países afectados
Lo peor del Covid-19 ha pasado. Aunque con reservas, así lo creen los expertos de Berenberg, quienes consideran que los mercados "no tienen por qué volver al pánico irracional de finales de febrero y marzo".
Después de cuatro semanas turbulentas a finales de febrero y principios de marzo, la situación en el mundo avanzado se ha estabilizado en los últimos dos meses.
Tres acontecimientos recientes, en opinión de Berenberg, confirman este escenario optimista que barajan, tanto en lo que tiene que ver con la crisis sanitaria del Covid como con su impacto económico:
1. Seis semanas después de la primera gran flexibilización de los cierres, no se ha materializado ("todavía") el riesgo clave de que una nueva oleada de infecciones de Sars-CoV-2 pueda desencadenar una segunda ola de duras restricciones a nivel nacional. "Hasta ahora, el levantamiento gradual de los cierres, que comenzó en Austria y Dinamarca el 14 de abril, en Alemania y Noruega el 20 de abril, y en Suiza el 27 de abril, no ha sido seguido por una propagación más rápida del virus", reconocen desde Berenberg.
2. El repunte de las expectativas de futuro en la encuesta alemana del instituto IFO, que pasó de una cifra récord de 69,4 en abril a 80,1 en mayo. Esto indica, en opinión de estos expertos, que la economía ha tocado fondo, especialmente en el sector de los servicios y el comercio minorista, que han sido los más afectados por los cierres.
3. El tercer elemento positivo que reafirma la idea de que lo peor de la pandemia ha pasado es que la canciller alemana, Angela Merkel, se ha dado cuenta de varios aspectos importantes. Por un lado, ha sido consciente de que tiene que hacer a la Europa meridional una oferta generosa para salvaguardar la integridad y el legado europeos. Por otro, ha visto que el aumento de su apoyo político interno le permite obtener mayorías políticas para ello en ambas cámaras del Parlamento alemán. "Incluso si el dinero de un fondo común de recuperación de 500.000 millones no fluye antes de 2021, ella y el presidente francés, Emmanuel Macron. han enviado una fuerte señal", remarcan desde Berenberg.
Más allá de estos tres últimos acontecimientos que reafirman su visión, Berenberg basa su escenario de recuperación de la crisis en tres supuestos clave.
En primer lugar, la capacidad cada vez mayor de los países de hacer test para detectar la enfermedad, sumada a la continuación de ciertas restricciones y a la mejora de las rutinas de respuesta ante los nuevos focos de infecciones. "Todo ello está permitiendo a los países adoptar un enfoque de análisis y rastreo más específico, junto con nuevas restricciones regionales ocasionales en lugar de restricciones de alcance nacional", explican desde la firma alemana.
En segundo lugar, destacan el hecho de que los encargados de la formulación de políticas en todo el mundo avanzado seguirán actuando 'cueste lo que cueste' para evitar una crisis financiera que, de otro modo, podría profundizar y prolongar la recesión.
Por último, Berenberg considera que la política monetaria y fiscal contendrá el inevitable aumento del desempleo y las quiebras lo suficiente como para evitar "daños extremos" en los principales países afectados, y que éstos acaben siendo "daños modestos" a largo plazo.