¿Y si el BCE compra acciones? Sería la mejor noticia para los inversores en bolsa

El Banco de Japón lo hizo en 2016 y el Nikkei sube con fuerza desde entonces

  • Se repetiría el juego actual de la deuda: comprar para vender al banco central
Eduardo Segovia
Bolsamania | 19 ago, 2019 06:00 - Actualizado: 08:03
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Mario Draghi, presidente del BCE.

El BCE ha anunciado que prepara un "paquete muy fuerte" de estímulos en septiembre que debe superar las expectativas de los mercados. Eso implica más bajadas de tipos y más compras de activos por unos 50.000 millones... ¿Incluyendo renta variable? Es una posibilidad que se abre y que ya aplicó el Banco de Japón en 2016. Si finalmente el banco central compra en bolsa, puede ser la mejor noticia a los inversores porque supondrá un seguro contra las caídas como ha ocurrido con los bonos.

Según la gestora Cartesio, lo normal sería que el BCE no compre acciones individuales, sino ETF, es decir, fondos cotizados que replican a los principales índices europeos. Esa fue la operativa que realizó el Banco de Japón y que lo convirtió indirectamente en uno de los 10 principales accionistas de las empresas integradas en el índice Nikkei.

La entrada de los bancos centrales en renta variable obedece a una lógica -para muchos, perversa- llevada al extremo: cuando los tipos llegaron a cero y no se podían bajar más (ahora sí se pueden bajar más en terreno negativo), había que tomar medidas no convencionales de estímulo, que fueron las compras de activos (QE, Quantitative Easing); estos activos han sido hasta ahora deuda pública y de empresas, pero dichas adquisiciones, aunque han estimulado la economía un tiempo, no han impedido los actuales indicios de recesión; por tanto, hay que redoblar los estímulos e incorporar nuevos tipos de activos porque, además, gran parte de los bonos adquiridos han entrado en rentabilidad negativa.

EL JUEGO DE LA CERILLA CON EL BCE

Entre esos tipos de activos habrá un abanico más amplio de bonos corporativos y de créditos, pero muchos apuestan por que también se incluirán los ETF de bolsa. Y si esto es así, creen que las acciones podrán repetir el fenómeno que han vivido los bonos, que comparan con el juego de las sillas o de la cerilla: los inversores compran para vender luego los títulos al BCE.

Esto, que Cartesio denomina 'frontrunning', se basa en la presunción de que el banco central comprará posteriormente los bonos o las acciones, con lo que pone un suelo a su cotización y supone una garantía contra las pérdidas. El riesgo, claro está, es que deje de hacerlo en un momento dado y que el inversor se quede con unos títulos que nadie compre y que, en consecuencia, empiecen a caer. Es decir, que la música deje de sonar.

SUELO Y VALORACIONES ATRACTIVAS

Pero eso no va a ocurrir al minuto siguiente de poner en marcha la medida. Por tanto, durante un tiempo se podrá jugar a ese juego y, aunque no provoque grandes subidas de las cotizaciones, al menos sí es muy probable que ponga un suelo en un momento especialmente complicado para la bolsa, con la inversión de la curva de tipos en EEUU y el deterioro de los datos económicos en Europa, sumados a la crisis argentina, la guerra comercial, el Brexit, etc.

El mítico gestor Mark Mobius comparte esta opinión. Y añade otro elemento: "Con los tipos de interés en niveles todavía más bajos,las valoraciones de las acciones empiezan a parecer mucho más atractivas". Esto es así siguiendo los métodos de valoración convencionales, pero muchos en el mercado los cuestionan en un entorno de política monetaria tan excepcional como el que vivimos.

En todo caso, lo que nadie duda es que, si el BCE anuncia compras en bolsa, los índices reaccionarán con euforia. La respuesta, en la reunión del 12 de septiembre.

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