Así está siendo el auge y caída de las popularmente conocidas como 'entidades cheque en blanco'
Inversores, las SPAC han muerto. O casi. De ser la última moda a convertirse en el enésimo juguete roto de Wall Street, las popularmente conocidas como 'entidades cheque en blanco' han volado demasiado cerca del sol... y esta es la autopsia de una muerte telegrafiada.
1. El mercado ya no está loco: desde finales del pasado mes de marzo, la valoración de las SPAC ha bajado y vuelto a la 'normalidad'. Esto no tiene otra explicación que "la explosión de una burbuja", como se refieren a ella los compañeros de Zero Hedge. "Los altos precios de las SPAC a principios de año fueron una señal de la ignorancia de la mayoría de participantes en esa burbuja", señalan.
2. Los inversores han tirado la toalla: de media, las SPAC suben un 11% tras anunciar un acuerdo de fusión con otra compañía, cumpliendo así su principal cometido (ese, o adquirir otra empresa). Si actualmente la mayoría de ellas cotizan a precios tan bajos, la conclusión es que el inversor está descontando que van a fracasar en su misión.
3. ¿Hay demasiadas?
Otro de los claros síntomas de burbuja es que el inversor desconoce el tamaño real del mercado al que accede. Actualmente hay 427 SPAC con unos 138.000 millones de dólares para hacerse con una presa. El problema es que, para ello, se necesitarían el triple de OPVs que en 2019. Y eso no va a pasar.
4. ¿Cuáles caerán primero? SPACtrack.net puede tener la respuesta. Según sus datos, y con 67.200 millones buscando su próximo objetivo, el tecnológico es de largo el sector más expuesto. Le sigue el sector de la salud, con 17.700 millones, y el fintech, con otros 15.300 millones.
5. Cazador cazado. El boom de las SPAC no tardó en levantar las sospechas de la SEC, el equivalente a la CNMV de EEUU, que abrió una investigación en Wall Street reclamando a los bancos un mayor control. Comisiones, volúmenes, protocolo interno... es toda la información que la SEC recaba para montar su caso contra las SPAC, que tras verse asociadas a la inversión especulativa y los fraudes especialmente en la década de los 80, volvieron a estar en el punto de mira.