"Hemos asumido un cargo adicional por amortizaciones de 100 millones de libras (112 millones de euros)"
Royal Bank of Scotland (RBS), entidad controlada en un 62,4% por el Gobierno británico, obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.336 millones de libras esterlinas (1.505 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 0,4% en relación a sus ganancias del mismo periodo de 2017, informó la entidad, que ha advertido de "la mayor incertidumbre de las perspectivas económicas".
"Hemos asumido un cargo adicional por amortizaciones de 100 millones de libras (112 millones de euros) como reflejo de la mayor incertidumbre de las perspectivas económicas y otro cargo por amortizaciones de 60 millones de libras (67 millones de euros) en relación con nuestro negocio irlandés", indicó la entidad.
La cifra de negocio del banco británico entre enero y septiembre alcanzó los 10.344 millones de libras (11.651 millones de euros), un 2,6% por encima del dato del año anterior, incluyendo 6.480 millones de libras (7.299 millones de euros) en ingresos por intereses netos, un 4,3% menos.
En los nueve primeros meses del ejercicio, los gastos de explotación de RBS sumaron 7.176 millones de libras (8.083 millones de euros), un 2,6% más, con un fuerte incremento de la partida destinada a cubrir litigios y sanciones, que aumentó un 128,4%, hasta 1.190 millones de libras (1.340 millones de euros).
En el tercer trimestre, el beneficio neto atribuido del banco escocés alcanzó los 448 millones de libras (504 millones de euros), un 14,3% más que un año antes, mientras que sus ingresos aumentaron un 15,4%, hasta 3.642 millones de libras (4.102 millones de euros).
Al cierre del tercer trimestre, la ratio de capital básico CET1 de la entidad era del 16,7%, frente al 15,9% de un año antes.