El Dow Jones registró este lunes su mayor caída desde junio de 2011
Tremenda la forma en la que se han complicado las cosas para las bolsas de todo el mundo. De la noche a la mañana, Wall Street ha empezado a dudar y, como viene siendo habitual, ha arrastrado con él a todas las plazas. Se dice que cuando Wall Street estornuda, el resto de índices se constipan. Ahora se está cumpliendo esto pero, además, se está viendo el posible comienzo de una 'pulmonía' en Wall Street, con lo que el resto de bolsas pueden temerse lo peor.
La 'excusa' a la que se está recurriendo para explicar este 'descalabro' son las presiones inflacionistas, con la subida salarial que mostró el último informe de empleo de enero de Estados Unidos -publicado el viernes pasado- como detonante.
El Dow Jones registró este lunes su mayor retroceso desde junio de 2011. Se dejó nada menos que un 4,6%, y un porcentaje similar es lo que han recortado esta madrugada las bolsas asiáticas (Nikkei: -4,73%). En Europa, las principales plazas han comenzado este martes con recortes superiores al 3% (ahora ceden un 2%) y, en el caso del Ibex, está luchando por no abandonar el soporte clave de los 9.900 puntos (por debajo no tiene freno hasta la zona de 9.600-9.500 puntos).
Febrero no podía haber comenzado peor para las bolsas mundiales, que han pasado de registrar máximos históricos consecutivos (en el caso de Wall Street) a vivir caídas no vistas en años
Febrero no podía haber comenzado peor para las bolsas mundiales, que han pasado de registrar máximos históricos consecutivos (en el caso de Wall Street) a vivir caídas no vistas en años. En lo que respecta al Ibex, en un 'suspiro' ha abandonado su 'lucha' por superar los 10.600 (en la que estaba inmerso, sin ir más lejos, la semana pasada) para pasar a intentar no caer mucho más abajo de los 9.900.
Muchos inversores se preguntan si las bolsas están dibujando un cambio de tendencia y estamos asistiendo al fin del mercado alcista que lleva tantos meses acompañándonos. Los expertos de Link Securities sostienen que no es así y recomiendan aprovechar las caídas en los índices para comprar. Eso sí, esperando primero a que el mercado toque fondo y se estabilice.
"La lectura que han hecho los inversores de este nuevo escenario es sencilla: la mayor inflación forzará a los bancos centrales a anticipar la retirada de estímulos monetarios, lo que penalizará la liquidez y aumentará los costes de financiación, algo que tiene un impacto directo en las cuentas de resultados de muchas compañías, sobre todo en las financieramente más apalancadas, e indirecto en sus valoraciones, al aumentar la tasa de interés sin riesgo utilizada por los analistas para descontar los futuros flujos de caja de las compañías", explican estos analistas .
En opinión de estos expertos, todo indica que los principales índices estadounidenses van a entrar en lo que se considera una corrección técnica. "Una vez que se estabilicen, creemos que van a surgir interesantes oportunidades", recalcan este martes.
"Parece haber una obsesión por culpar de esta caída a la creciente retórica sobre la inflación y las subidas de tipos, sin embargo, muy poco ha cambiado realmente en este frente y, para mí, ciertamente, no lo suficiente como para causar las ventas masivas que se están viendo en todos los ámbitos", señala James Hughes, analistas de Axi Trader. Por su parte, Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management, subraya el hecho de que no ha habido un catalizador específico para explicar estos recortes más allá de los datos que se publicaron con el informe de empleo del pasado viernes. "Es probable que se vean más caídas antes de tocar fondo", advierte.
Para Mike van Dulken, analista de Accendo Markets, esta situación emana de “una tormenta perfecta” que incluye varios ingredientes como “un fuerte rally de 2017 que se extiende hasta enero, baja volatilidad, bajos tipos de interés, exceso de optimismo y complacencia , exceso de apalancamiento e ingeniería financiera”, afirma el analista. En este contexto, Dulken indica que todo se acelera a medida que “los inversores reaccionan ante la posibilidad de que los tipos de interés suban y los rendimientos de los bonos suban aún más para poner en peligro la situación actual del mercado”, afirma.
PENDIENTES DE LA RENTA FIJA ESTADOUNIDENSE
Este temor porque la inflación reaparezca antes de lo esperado ha provocado que desde hace unas semanas los mercados de bonos se hayan tensionado, provocando el repunte de las rentabilidades de estos activos y, por tanto, encareciendo la financiación de países y empresas. Además, siguen subrayando desde Link, si los tipos de interés de los bonos a largo plazo continúan subiendo, se convertirán en una “alternativa” más segura y atractiva que la renta variable para muchos inversores conservadores, que se han visto forzados en los últimos años a asumir más riesgo comprando bolsa para poder rentabilizar sus ahorros.
"Debemos seguir prestando atención a la evolución de la renta fija por la influencia que está teniendo en la renta variable", señalan los expertos de Bankinter
"Debemos seguir prestando atención a la evolución de la renta fija por la influencia que está teniendo en la renta variable, aunque al final de la sesión de este lunes parece que la Tir del T-Note se consolidó en niveles inferiores a 2,7%. En consecuencia, el saldo de la semana será negativo aunque es probable que el mercado se estabilice hacia el jueves o el viernes para que posteriormente (lunes o martes) entren los cazadores de gangas. Si Powell dice algo, la estabilización vendrá enseguida, pero es improbable", indican los expertos de Bankinter.
"La 'excusa' para estas caídas tiene nombre y apellidos: la caída de los bonos en precios (lo que provoca subidas en las rentabilidades). Así, el diez años estadounidense arroja una rentabilidad del 2,85% frente al 1,45% español o el 0,73% germano", precisa José María Rodríguez, experto de 'Bolsamanía', y añade: "Además de que un incremento en la rentabilidad de la deuda supone un mayor coste de los EEUU a la hora de financiarse, puede provocar una huida hacia la seguridad por parte de aquellos inversores que estimen interesante una rentabilidad cercana al 3% en un activo con muy poco riesgo frente al que se puede obtener invirtiendo en renta variable y después de tantos años de subidas sin descanso".
Por su parte, Nick Clay, gestor de Newton, parte de BNY Mellon, destaca que en el caso de que "comience a apreciarse los presiones inflacionistas es probable que los mercados sufran, pero las acciones defensivas deberían hacerlo mejor en este entorno a pesar de un contexto de tipos al alza", asegura. En su caso concreto, Clay afirma que apuestan por "una cartera invertida en tales acciones y creemos que muchas de ellas no requieren aceleración económica y que las condiciones de un escenario idílico siga funcionando bien", añade.
¿QUÉ HACER AHORA?
La mayoría de analistas, como los de Link Securities, apuesta por ver este comportamiento de las bolsas como una corrección puntual. En un informe publicado este martes, los expertos de JP Morgan reiteran su positiva visión para 2018. "Permanezca totalmente invertido", señalan. Naeem Aslam, de ThinkMarkets, habla, por su parte, de una "corrección saludable".
Para Gerardo Ortega, analista independiente y colaborador de CMC Markets, esta situación no puede calificarse, ni siquiera, como una corrección, ya que "habrá que ver si los principales mercados estadounidenses finalizan el mes de manera unitaria por debajo de los mínimos de enero". Este experto asegura que la zona en la que estamos "impone" mucho y, en el caso que se produzca una mayor caída, "sí puede abrirse una verdadera oportunidad de compra".
Por su parte, Eduardo Bolinches, analista independiente y director y fundador de bolsacash.com, invita a esperar a niveles de 9.300 para "lanzarse a la compra" en el Ibex. La velocidad de crucero, como se está viendo, la marcará Wall Street, señala. "Entre los 9.900 y los 10.000 puntos hay que ver y esperar al siguiente mensaje del mercado", concluye.
Los expertos de Saxo Bank se desmarcan de quienes continúan apostando por la renta variable y optan por recomendar activos refugio. "En respuesta a la pregunta de si se debería aprovechar el desplome para comprar, la respuesta es definitivamente no", señala Andrew Bresler, subdirector de ventas globales de APAC en Saxos Bank. Bresler recomienda buscar inversiones alternativas que sirvan de refugio y aconseja, precisamente, bonos el Tesoro de Estados Unidos a dos, cinco y 10 años. "También deberían estar atentos al yen, al franco suizo, optar por posiciones largas en oro y posiciones cortas en petróleo", explica, y añade: "Son jugadas muy clásicas, pero son clásicas por una razón". Tanto Bresler como Davis Morrison, experto de GKFX, hacen hincapié en el hecho de que la volatilidad se ha desatado y cuando esto ocurre, es mejor estar fuera.