Las reuniones de los bancos centrales centran la atención en el que históricamente es el peor mes para la bolsa
Algunos podrán decir que la bolsa tiene comportamientos totalmente aleatorios, que sólo es cuestión de suerte, pero lo cierto es que hay pautas que se suceden a lo largo de los años. Una de ellas es que septiembre se destapa como el peor mes para invertir. Si se analizan los datos del índice S&P500 desde 1928, se observa cómo este mes es el peor de todos, con una caída media del -1,1%.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, hasta la quiebra de Lehman Brothers en 2008, este mes está marcado en rojo por los inversores. Aunque estos son quizás los dos eventos más destacados para la historia de la bolsa, septiembre se ha caracterizado por no ser el mejor mes para invertir. Algunas teorías defienden que tras la vuelta de las vacaciones, los operadores de mercado deciden cerrar sus posiciones en negativo para afrontar el final de año, lo que hace caer a las bolsas. Otras, que es simplemente casualidad, pero lo cierto es que los datos no mienten.
En los últimos quince años, el Ibex 35 ha perdido una media del -0,6% durante este mes
En los últimos quince años, el Ibex 35 ha perdido una media del -0,6% durante este mes, a pesar de haber terminado en negativo sólo en seis ocasiones. En el caso del índice Dow Jones de EEUU, la rentabilidad media ha sido del -1,1%, mientras que en el S&P500 es del -1,9%. Este dato contrasta con el resto de meses, que presentan un rendimiento medio positivo, a excepción de febrero, mayo y el propio septiembre. En el lado opuesto se encuentra julio. Este mes es el que mejor desempeño ofrece en los últimos 88 años, que presenta una rentabilidad media del 1,4%.
DE NUEVO LOS BANQUEROS CENTRALES
Viniendo de uno de los meses de agosto con menos volatilidad de los últimos años, donde la media del índice VIX se ha limitado hasta los 12,5 puntos, y con un volumen de negociación más bajo de lo habitual, se prepara el terreno para que los inversores tengan, al menos, que revisar sus carteras en septiembre. La próxima reunión de la Reserva Federal de EEUU (Fed), donde se podría decidir si finalmente se suben los tipos de interés, lo hace un mes clave para el futuro de las bolsas en lo que resta de año.
Janet Yellen, y su vicepresidente, Stanley Fisher, han preparado el terreno para subir los tipos en los próximos meses
Durante este último mes de agosto, los miembros de la Fed no han parado de hacer declaraciones. Especialmente lo han hecho al cobijo del simposio de Jackson Hole, en el que su presidenta, Janet Yellen, y su vicepresidente, Stanley Fisher, han preparado el terreno para subir los tipos en los próximos meses. Algunos, como el banco Goldman Sachs, incluso creen que podría elevarlos este mismo septiembre.
A finales de 2015, el plan era subir los tipos de interés cuatro veces durante 2016. Para febrero los planes cambiaron a dos repuntes. Llega septiembre y los tipos de interés están donde los dejaron en diciembre de 2015, en el 0,25-0,5%. Tras observar una caída de la bolsa del 13% entre los meses de diciembre y febrero, la Fed deberá valorar si unos índices en máximos históricos aguantarán, o si en cambio caerán con el corte del suministro monetario.
Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) se reúne el 8 de septiembre, mientras que el Banco de Japón (BoJ) hará lo mismo el 21 de septiembre. A pesar de que los analistas coinciden en que el BCE no moverá ficha hasta saber lo que hace la Reserva Federal, y sabiendo el poco margen que tiene en su política monetaria el BoJ, tratándose de septiembre, quizá lo mejor sea andar con pies de plomo.