La guerra comercial se ha trasladado a la ciudad en los últimos días
Hong Kong vuelve a ser un polvorín. Las restricciones chinas, con la correspondiente respuesta de EEUU, han llevado la guerra comercial a la región asiática. La tensión se palpa en el ambiente, que a su vez lastra a los precios del petróleo y se decantan por las caídas.
El West Texas y el Brent, referencia en EEUU y Europa, respectivamente, se dejan un 2% este miércoles a la espera de novedades en la ciudad.
Y todo, pese a los esfuerzos de la OPEP+. La organización y sus aliados, como Rusia, llevarán a cabo un recorte de 10 millones de barriles diarios en el periodo que va de mayo a junio para tratar de sostener los precios del esquisto y compensar el impacto del virus.
La demanda de esquisto sigue siendo precisamente otro quebradero de cabeza para el oro negro. "Las primeras previsiones sugieren que la demanda de gasolina caiga hasta un 30% porque mucha gente se ha visto confinada en casa", sopesan los analistas de ANZ.
Otra presión adicional al precio del petróleo es el ambiente macro. El asesor económico de Trump, Larry Kudlow, ha asegurado que China ha cometido "un grave error", estirando la tensión entre las dos mayores economías del mundo.