"Nunca es bueno para el mercado que la III Guerra Mundial sea tendencia en Twitter"

Donald Trump saca la artillería y se carga de un plumazo el buen arranque de año

Nieves Amigo
Bolsamania | 04 ene, 2020 06:00 - Actualizado: 09:00
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El presidente de EEUU, Donald Trump.

Un día ha durado la alegría de 2020 en los mercados. El jueves ya se barruntaban problemas después de ver cómo Donald Trump y el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, se enzarzaban el Twitter. Pese a ello, las bolsas optaron por priorizar los avances comerciales entre China y EEUU y subieron con ganas. Sin embargo, el viernes llegaron las fuertes caídas tras el hachazo de Trump, que ordenó un ataque aéreo que acabó con dos altos mandos militares de Irán e Irak. Se terminó la calma, la tensión geopolítica vuelve al primer plano -tal vez porque Trump sabe que a sus electores les gusta la 'mano dura'- y las bolsas lo acusan... y más que lo acusarán.

"Nunca es una buena noticia para el mercado que la Tercera Guerra Mundial sea tendencia en Twitter", apuntan desde la firma británica AJ Bell, y añaden que no es ninguna sorpresa ver cómo se desbarata el buen comienzo de 2020 después de los ataques aéreos de EEUU.

En la madrugada del jueves al viernes, 3 de enero, el hastag #WWIII se hizo tendencia en Twitter, justo después de conocerse los ataques por parte del ejército estadounidense que acabaron con el conocido general iraní, Qassen Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, y con el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al Muhandis

"Esta acción preventiva - Soleimani aparentemente estaba ayudando a planear los ataques al personal estadounidense en Irak - promete hacer escalar las tensiones en Medio Oriente", advierten desde AJ Bell.

Las bolsas cayeron el viernes, mientras que el petróleo rebotó con fuerza, al igual que el oro, activo refugio por excelencia y al que los inversores huyen cada vez que hay problemas. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, calificó el asesinato como "una escalada extremadamente peligrosa e insensata" y el Ayatolá de Irán, Ali Khamanei, advirtió de "severas represalias".

"Lo que suceda en adelante con las bolsas depende de la forma en que se cumplan esas 'severas represalias' que ha prometido Irán y de cómo responderán las naciones más afines con ella, como China y Rusia", avisa el director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould.

RIESGOS GEOPOLÍTICOS "VIVOS Y COLEANDO"

Los riesgos geopolíticos son un elemento desestabilizador claro para las bolsas. Aunque los analistas reconocen que en 2019 los índices han sabido lidiar con ellos y acabar con subidas, también asumen que la geopolítica es un elemento relevante que no debe subestimarse.

"Durante los últimos años, estos riesgos han afectado sin duda a los mercados, aunque con un impacto limitado. (...) Sin embargo, la geopolítica sigue siendo importante, aunque sólo sea porque siempre podría convertirse en un factor más desagradable para los mercados en algún momento", explican desde Rabobank. "Los últimos acontecimientos nos recuerdan una vez más que los riesgos gepolíticos siguen vivos y coleando", añaden.

Los expertos de Citi subrayan otra derivada de lo que está sucediendo que tiene que ver con el impacto en determinados títulos. "Si el conflicto de Oriente Medio se intensifica, creemos que podría ser más difícil para los demócratas argumentar en contra de unos presupuestos de defensa más fuertes para 2020. Eso siempre tiende a beneficiar a las acciones de defensa, que se aprovechan de las percepciones de un mayor riesgo y un potencial mayor de conflicto", explican estos analistas.

Sea como fuere, el año ha comenzado con un elemento preocupante para los mercados y con la impresión de que Donald Trump no tiene ninguna intención de mantener un perfil bajo y moderado en 2020 de cara a las elecciones, sino todo lo contrario. El conflicto con Irán podría ser el primero de los muchos -no olvidemos que Corea del Norte se ha mostrado también amenazante en los primeros compases del año- que Donald Trump afrontará durante los próximos meses, aplicando una estrategia tan dura como para encandilar a sus electores y no lo suficiente radical como para desencadenar una guerra.

"Los líderes de Irán probablemente no son suicidas; dudamos que tomen medidas que desencadenen ataques aéreos contra Teherán", apuntan desde Phantheon Economics. Eso sí, advierten de que la situación sí podría impactar más en el crudo. "La infraestructura del sector petrolero es un objetivo probable en el caso de que se produzca una escalada de 'ojo por ojo'", precisan.

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