China ha puesto fin a su racha ganadora de nueve días
El Nikkei 225 de Japón no se toma ni un respiro y este lunes ha marcado un nuevo máximo histórico. Tras permanecer cerrado por festivo el viernes, el índice ha vuelto a cotizar por todo lo alto, extendiendo su rally.
En concreto, el selectivo nipón ha terminado con una subida del 0,4% hasta los 39.233,71 puntos, situándose cómodamente por encima de su récord de cierre anterior de 39.098,68 enteros, aunque esa jornada, el jueves, había superado su máximo histórico de 1989 de 38.915,87 puntos. El Topix, por su parte, ha avanzado un 0,5% y ha terminado en 2.673,62.
En Japón se ha publicado este lunes el índice de precios al productor de servicios, que ha registrado un aumento interanual del 2,1% en enero, frente al aumento del 2,4% registrado en diciembre. Sin embargo, el IPP de servicios de Japón ha caído un 0,5% en enero respecto a diciembre.
En el lado opuesto se han situado las acciones chinas, que han puesto fin a su racha ganadora de nueve días. El fuerte repunte que venían registrando ha terminado, y el índice CSI 300 ha caído un 0,9% este lunes. El índice Hang Seng de Hong Kong se ha dejado, por su parte, un 0,5%.
En Corea del Sur el organismo regulador financiero ha dado a conocer en este inicio de semana nuevas medidas para mejorar la gobernanza corporativa, siguiendo el ejemplo de Japón para ayudar a impulsar sus mercados infravalorados y abordar el llamado "descuento de Corea". Pero lo cierto es que estas medidas han hecho poco para impulsar a la bolsa.
Y es que el principal índice, el Kospi, ha cerrado con un retroceso del 0,8% hasta los 2.647,08 puntos, mientras que el Kosdaq de pequeña capitalización ha caído un 0,1% para terminar instalado en los 867,40 enteros.
En Australia, el S&P/ASX 200 ha subido un 0,1%, hasta 7.652,80 puntos.
Los inversores asiáticos se mantienen a la espera de los datos económicos clave que se conocerán a lo largo de la semana. Entre ellos, el índice de gerentes de compras del sector manufacturero de China y los datos del PCE deflactor de Estados Unidos, que es el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal.