"Los recortes previstos en las tasas de interés oficiales siguen postergándose"
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ, por sus siglas en inglés) ha decidido mantener los tipos sin cambios una vez más, y ya van siete. En su reunión de este miércoles el organismo ha acordado dejar el tipo oficial de efectivo (OCR) en el 5,50% ante la aún persistente inflación, aunque el gobernador Adrian Orr ha dicho que habían considerado un aumento. En cualquier caso, el banco ha avisado de que la política monetaria seguirá siendo restrictiva durante más tiempo.
En un comunicado, el RBNZ ha explicado que la política monetaria restrictiva "ha reducido las presiones sobre la capacidad en la economía de Nueva Zelanda y la inflación de los precios al consumo", y por ello se espera que la inflación anual "vuelva a situarse dentro del rango objetivo del Comité, entre el 1% y el 3%, para finales de 2024".
Sin embargo, también ha dicho que aunque el descenso de la inflación "refleja en parte la menor inflación de los bienes y servicios importados por Nueva Zelanda" (a escala mundial los precios han descendido desde máximos de 30 años en muchas economías avanzadas), lo cierto es que la inflación de los servicios "retrocede lentamente", y en consecuencia "los recortes previstos de los tipos de interés siguen retrasándose".
Tras el encuentro, el gobernador del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, Adrian Orr, ha señalado en rueda de prensa que aún "hará falta tiempo para que la inflación interna disminuya". Además, ha indicado que en el seno del Comité están "satisfechos con la caída de las expectativas de inflación", pero ven "necesario que caigan aún más". Y ha hecho incluso temblar al mercado al reconocer que en esta reunión habían considerado seriamente un "aumento de las tasas", aunque finalmente han optado por mantener los tipos sin cambios.
Y lo han hecho porque, según el comunicado, "las presiones en el mercado laboral han disminuido". Las empresas están contratando "con más cautela en consonancia con la debilidad de la actividad económica", mientras que el número de personas disponibles para trabajar ha aumentado "debido a la elevada inmigración neta reciente". Junto a esto, el crecimiento de los salarios y el gasto interno "están disminuyendo hasta niveles más coherentes con el objetivo de inflación del Comité".
Pero aunque las menores presiones sobre la capacidad y la relajación del mercado laboral están reduciendo la inflación interna, este descenso "se ve atenuado por sectores de la economía menos sensibles a los tipos de interés", ha detallado el RBNZ. Estos factores a corto plazo incluyen, por ejemplo, el aumento de los alquileres de viviendas, los costes de los seguros, las tasas municipales y la inflación de los precios de otros servicios nacionales. "Un lento descenso de la inflación interna supone un riesgo para las expectativas de inflación", ha avisado el banco central neozelandés.
Con este panorama, y dado que la inflación "se mantiene por encima de la banda objetivo del 1% al 3%, y persisten los componentes de la inflación de los servicios nacionales", el Comité ha decidido que la política monetaria "debe seguir siendo restrictiva para garantizar que la inflación vuelva al objetivo en un plazo razonable".