Aunque todavía no se ha cerrado un pacto definitivo
Las negociaciones entre republicanos y demócratas para elevar el techo de deuda de Estados Unidos y evitar un impago avanzan hacia un acuerdo, según han publicado varios medios financieros estadounidenses, aunque todavía no se ha cerrado un pacto definitivo.
Este viernes, 'Bloomberg' publica que las dos partes han reducido diferencias. Los republicanos quieren un compromiso para recortar el gasto público durante dos años antes de permitir un aumento del endeudamiento. La principal diferencia radica en la cuantía de ese recorte de gasto.
Según informa 'Financial Times', el pacto fijaría la trayectoria de la política fiscal en EEUU hasta 2025. Además, se están negociando medidas para acelerar los permisos de grandes proyectos de infraestructura y agregar nuevos requisitos de trabajo a los programas de la seguridad social.
"McCarthy y yo hemos tenido varias conversaciones productivas y, de hecho, nuestro personal continúa reuniéndose mientras hablamos, y están progresando”, comentó este jueves por la tarde Joe Biden. "Creo que llegaremos a un acuerdo que nos permita avanzar y proteja a los trabajadores de este país".
Por su parte, el líder republicano McCarthy señaló que "hemos estado hablando con la Casa Blanca todo el día, hemos estado yendo y viniendo, y no es fácil. Se necesita un tiempo, y estamos trabajando arduamente para un acuerdo"
Si se llega pronto a un pacto, el martes se perfila como el día probable para la votación en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, ya que el lunes es festivo nacional en EEUU.
Posteriormente, el Senado, controlado por los demócratas, tendría entonces que actuar con rapidez para enviarlo a la mesa del presidente antes del 1 de junio, fecha en la que la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha dicho que su departamento podría quedarse sin efectivo.
El avance en las negociaciones se produce después de que dos agencias de rating hayan alertado a Estados Unidos sobre posibles rebajas de calificación crediticia por la incertidumbre sobre este asunto.
La agencia de calificación DBRS Morningstar colocó este jueves los ratings 'AAA' a largo plazo de Estados Unidos en revisión, con implicaciones negativas, como reflejo del riesgo "de que el Congreso no aumente o suspenda el techo de la deuda de manera oportuna".
La calificadora canadiense se unió, de este modo, a Fitch Ratings que el miércoles situó el rating 'AAA' de Estados Unidos en perspectiva negativa ante la falta de avances en las negociaciones para alcanzar una acuerdo sobre la deuda.
Por su parte, Deusche Bank ha advertido de que "a falta de una resolución negociada, no puede descartarse una rebaja de la calificación de los bonos del Tesoro estadounidense o incluso un impago".
Esta posibilidad, aunque no se incluye en su escenario base, provocaría "una grave crisis en los mercados financieros", y ya se han producido "algunos primeros indicios de que los inversores están empezando a cubrir sus posiciones", a pesar de que la renta variable "ha resistido bien hasta la fecha", señalan desde el banco germano.