Los inversores siguen pendientes de la evolución del coronavirus en EEUU
Volatilidad máxima en Wall Street, que ha subido entre un 0,5% y un 2% (Dow Jones: +0,95%; S&P 500: +0,47%; Nasdaq: +2,30%) tras desplomarse de nuevo en la apertura. Como ejemplo, el Dow Jones ha recuperado una caída de 700 puntos en menos de media hora y, tras marcar un mínimo en 19.177 puntos, ha cerrado en 20.087 enteros. Aunque el índice tecnológico Nasdaq es el que ha lidera doel rebote, con una ganancia del 2%, liderado por Tesla (+18%) y las compañías de chips (el Índice de Semiconductores de Filadelfia ha repuntado un 4%).
Todo ello después de las últimas medidas anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales, como la RBA de Australia, para intentar paliar el nefasto impacto económico del coronavirus.
El BCE sorprendió anoche con un nuevo programa de compra de activos de 750.000 millones de euros para intentar aliviar las tensiones financieras en la eurozona. El nuevo programa ha sido denominado Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP), un Programa de Compra de Emergencia Pandémica.
También hizo movimientos a altas horas de la noche la Fed, que anunció una nueva Facilidad de Liquidez de Fondos Mutuos del Mercado Monetario, o FMLM, para ayudar a los fondos del mercado monetario a satisfacer las demandas de reembolsos por parte de los hogares y otros inversores.
"La reacción del mercado a los esfuerzos de estímulo refuerza nuestra visión de que lo peor aún no ha pasado", señala Charalambos Pissouros, analista jefe del Grupo JFD. "Repetimos que con la flexibilización monetaria y fiscal, los consumidores tienen que salir de sus casas y empezar a gastar para que los motores de la economía mundial se reinicien. Con los casos de infectados y las muertes diarias alcanzando nuevos récords día a día, vemos eso como una tarea muy difícil", añade este experto.
Sobre el coronavirus, Donald Trump ha ordenado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que investigue si un medicamento existente administrado a pacientes con malaria también se puede usar para tratar el nuevo coronavirus.
Horas antes, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, confirmó que la propuesta de estímulo económico masivo de la Casa Blanca incluiría 500.000 millones de dólares para pagos directos a los estadounidenses mediante cheques de 1.000 dólares.
La Bolsa de Nueva York cerró la pasada jornada con caídas del 5,5% por el miedo al coronavirus, aunque en los peores momentos del día el Dow Jones se desplomó un 10%. El lunes, la caída superó el 12%, la segunda mayor de la historia, tan sólo superada por el crash de 1987.
Este martes cerró con un fuerte rebote superior al 5%, pero las ventas han vuelto de manera agresiva. Desde su máximo de mediados de febrero en 3.393 puntos, el S&P 500 se ha desplomado un 30%, en uno de los mercados bajistas más verticales de la historia.
En otros mercados, el petróleo West Texas rebota un 25%, hasta 25,46 dólares, en su mejor sesión de la historia, tras desplomarse un 24% este miércoles. El oro negro descuenta el temor de los inversores a una recesión, tanto en EEUU como a nivel global. En este sentido, las peticiones iniciales de desempleo han repuntado hasta 281.000 desde 211.000, pero los analistas esperan que la próxima semana se disparen hasta 2 millones por el cierre de comercios.
Por su parte, el euro se deprecia un 2,3% y se cambia a 1,066 dólares tras el bazuca monetario lanzado por anoche de emergencia por el BCE, que comprará activos por valor de 750.000 millones de euros hasta final de año para intentar mitigar los efectos de la pandemia. La rentabilidad del bono americano a 10 años frena su escalada y cae 9 puntos, hasta el 1,17%.
Por análisis técnico, el S&P 500 perdió en algunos momentos de la sesión anterior la zona de soporte situada entre 2.315 y 2.400 puntos (mínimos de 2018), ya que marcó un mínimo intradía en 2.293 enteros (aunque finalmente cerró en 2.398 puntos y hoy ha finalizado en 2.409). Los analistas de Goldman Sachs no descartan caídas adicionales hasta 2.000 puntos si la Administración Trump no consigue contener la expansión del virus en territorio estadounidense.
Hasta el momento, se han confirmado más de 11.000 casos positivos en EEUU y 161 muertos. El estado de Nueva York es el más afectado, con más de 4.000 casos; y su gobernador, Andrew Cuomo, ya ha advertido de que no espera alcanzar el pico de la pandemia hasta dentro de 45 días.