Los beneficios empresariales y la Fed serán claves en el devenir del mercado
El director de inversiones de Morgan Stanley, Mike Wilson, ha advertido de las dificultades que podría afrontar la bolsa estadounidense si finalmente llega la recesión en 2023. Según sus estimaciones, las acciones caerán más de un 20% si se da este escenario, por lo que los inversores deberían prepararse para un invierno a la baja.
En sus palabras, hay una gran "desconexión" entre lo que piensan los inversores y la situación real del mercado. "A pesar de que la mayoría de los clientes institucionales piensan que probablemente vamos a entrar en recesión, no parecen tener miedo de ella", ha dicho el estratega jefe de renta variable para EEUU de Morgan Stanley en declaraciones a 'CNBC' este martes. Y es que opina que el S&P 500 es vulnerable a una caída del 23%, que lo situaría en los 3.000 puntos, si la recesión que viene es más grave de lo esperado.
Es más, Wilson cree que la temporada de resultados, que arranca en EEUU con los bancos este mismo viernes, sacudirá al mercado al situarse los beneficios empresariales muy por debajo de las expectativas. Tal y como ha apuntado, los inversores se sorprenderán por el drástico ajuste de los beneficios.
Según sus palabras, "esta es otra área en la que los inversores están siendo un poco complacientes", por lo que se llevarán una sorpresa. Y es que "los costes están aumentando más rápido que los ingresos netos" en las empresas, lo que sin duda va a acabar repercutiendo en los resultados.
De hecho, Wilson sostiene que tras las subidas experimentadas en las primeras sesiones del año, los resultados trimestrales probablemente darán el pistoletazo de salida a un reinicio de 2023 en Wall Street. "La estimación para todo el año tiene que bajar", ha comentado.
"El apalancamiento operativo negativo está empezando realmente a fluir a través de la cuenta de resultados desde el balance... Se trata de un hecho muy poco apreciado durante el Covid. Ganamos de más durante la pandemia porque había un apalancamiento operativo positivo", ha explicado, y eso ahora se va a acabar.
OTRO REVÉS POR LA FED
Pero no solo las expectativas de beneficios podrían dar un revés a los inversores. También la Reserva Federal (Fed) y sus decisiones sobre los tipos de interés. La próxima reunión será el 1 de febrero, y Wilson anticipa que Jerome Powell y los suyos no lograrán apaciguar al mercado porque no se esperan señales de un giro en la política de endurecimiento. De hecho, el presidente de la Fed defendió este martes la adopción de "medidas que no son populares" para frenar la inflación, en clara referencia a las subidas de tipos.
En opinión del estratega de Morgan Stanley, parece cada vez más claro que la Fed "no va a bajar los tipos en un momento de desaceleración del crecimiento", de forma que "no reaccionará a una ralentización como lo ha hecho históricamente", y eso va a pesar en las acciones.
El consenso del mercado sugiere actualmente que la economía estadounidense experimentará una leve recesión a partir de la primera mitad de 2023, seguida de una recuperación en la segunda mitad, ya que se espera que la Reserva Federal detenga sus subidas de tipos y posiblemente los recorte en respuesta al empeoramiento de las condiciones económicas. Pero Wilson ya ha dicho que no será así.
Por eso ahora la estimación del banco estadounidense es que el S&P 500 acabe este año en los 3.900 puntos, que sería la segunda cota más baja registrada por el selectivo. Además, augura que el beneficio por acción (BPA) medio del S&P 500 será de 195 dólares en 2023, mientras que su previsión bajista es de 180 dólares. "Cuando hablamos con la gente, dicen cosas bajistas sobre el primer semestre. Pero en realidad no están preparados para ello o no creen que vaya a ser tan malo", ha dicho Wilson, que desde el año pasado mantiene una posición defensiva. El equipo de estrategas de Morgan Stanley sitúa la estimación media de los clientes sobre el BPA en torno a los 210-215 dólares.