La gestora cree que la recesión no se materializará el próximo año
"Está claro que el riesgo político ha pesado sobre la bolsa española. Veíamos potencial en el Ibex para subir mucho más de lo que ha subido. Mirando los resultados de las empresas, dábamos al índice español un potencial hasta los 10.500-11.000 puntos. Está claro que la política y la incertidumbre han pesado".
Así de tajante se muestra Lionel Aeschlimann, socio y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Mirabaud y CEO de Mirabaud Asset Management, al referirse a la renta variable española. "Inversores internacionales no quieren venir a España por el riesgo político", subraya. Si se habla de títulos españoles, "mucha gente dice que no los quiere tocar", añade.
Aeschlimann reconoce que la bolsa española es "un poco complicada", porque hay "cuatro o cinco compañías que representan una parte enorme del índice", aunque la mirada de la gestora se suaviza al referirse de la economía de nuestro país.
"Desde el punto de vista económico, la economía española es un buen ejemplo de lo que es crecer sea cual sea el Gobierno", afirma Gero Jung, Economista Jefe de Mirabaud Asset Management.
Mirabaud Asset Management prevé una ralentización del crecimiento económico de España en 2020. Aun así, el país seguirá creciendo por encima de la media europea y será un crecimiento "más sostenible".
Ni para España, ni para Europa ni para el resto del mundo estima la gestora que la recesión será un problema el próximo año. Como prevén prácticamente la totalidad de las firmas que están mandando estos días sus estimaciones para 2020, Mirabaud sostiene que los datos macro se están recuperando -"hay señales de que la debilidad manufacturera alemana llega a su fin- y que el año que viene se sorteará este problema. Eso sí, sobre lo que ocurrirá a partir de 2021, es una incógnita. "La próxima recesión vendrá, pero no el año que viene", avisa Jung.
La gestora es positiva en renta variable global de cara al próximo año, y especialmente le gustan los mercados emergentes y también Asia a medida que desciende el riesgo político por la guerra comercial entre EEUU y China. En Europa, prefiere las pequeñas y medianas empresas.