Hay peligro de que la disciplina presupuestaria desaparezca, afirma RaboBank
El mercado comienza a temer que los increíbles estímulos económicos y monetarios aprobados por los gobiernos y los bancos centrales para contener la crisis del coronavirus termine provocando "hiperinflación" en el sistema financiero.
"Si la crisis de salud continúa más allá de abril, los gobiernos se harán cargo de la economía cada vez más y la financiación de las medidas por parte del banco central parecerá ilimitada", ha comentado Philippe Waechter, experto económico de Natixis IM.
En su opinión, "el riesgo reside en la pérdida de confianza en el dinero frente a la política económica excesiva y la emisión considerable de deuda mientras la economía continúa deteriorándose por falta de inversión". Por ello, considera que "lo más probable es una hiperinflación" debido a que "la política económica no permite ajustes macroeconómicos y la financiación monetaria continúa a un ritmo insostenible".
Los expertos de RaboBank explican que el BCE ya ha comprado "enormes cantidades de deuda soberana", ya que "más del 25% de la deuda pública europea se encuentra ahora en el balance del Eurosistema". El organismo monetario ha lanzado un nuevo programa QE de 750.000 millones de euros y se ha mostrado dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para sostener la arquitectura financiera de la eurozona.
RaboBank recuerda que el BCE es propiedad de los gobiernos, por lo que, "técnicamente hablando", el banco central podría simplemente cancelar la deuda comprada, lo que permitiría a los gobiernos deducirla de sus déficits y otorgaría a los países "mucho más espacio presupuestario bajo el estándar de deuda del Pacto de Estabilidad y Crecimiento".
El problema con este enfoque no es tanto técnico como político, afirma el banco holandés. "Porque el peligro de la financiación monetaria no radica en la técnica en sí, sino en su naturaleza adictiva. Una vez que se ha encendido la imprenta del dinero, existe el peligro de que la disciplina presupuestaria desaparezca de una vez por todas".
En su opinión, "esto puede conducir a una mayor inflación y, en casos extremos, incluso a una hiperinflación. Cada hiperinflación en la historia ha sido precedida por un gobierno que fue demasiado lejos al financiar sus gastos con la imprenta".
Por su parte, Esty Dwek, estratega de Natixis IM, afirma que "los riesgos a la baja permanecen para las acciones a medida que los inversores van valorando un escenario económico cada vez más negativo". No obstante, añade que "los bancos centrales lograrán mantener bajos los riesgos sistémicos para evitar una crisis crediticia".
En España, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado que se está trabajando en la posibilidad de crear una "línea de financiación especial" a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) "vinculada verdaderamente a la respuesta al coronavirus" y que tenga una "condicionalidad relacionada" con la lucha contra la pandemia.
Calviño ha añadido que sería "una especie de red de seguridad para garantizar liquidez", pero siempre como un "seguro" y no "una línea de acceso inmediato" a fondos.
Además, la Unión Europea también está debatiendo la posibilidad de lanzar eurobonos. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido "mutualizar la deuda europea" por la crisis.
"La respuesta a esta crisis debe ir más allá y requiere una actuación decidida y ambiciosa de las autoridades e instituciones comunitarias a través de los instrumentos existentes, tanto financieros como presupuestarios, así como de posibles nuevas herramientas, entre las que debe darse prioridad a aquellas que refuercen la capacidad de compartir -mutualizar- -el riesgo presupuestario de los Estados miembros", ha señalado el gobernador.