Si la situación se complica al otro lado del Atlántico, aumentará el nerviosismo en las bolsas
Nadie sabe muy bien lo que ha pasado en las bolsas esta semana. Han subido mucho (un 7% de media) a ambos lados del Atlántico aunque se ha materializado "el peor escenario posible" para los mercados: que Donald Trump ponga en solfa el resultado electoral y acuda a la Corte Suprema. Pese a ello, las plazas han avanzado un día tras otro con contundencia.
Visto lo visto, la palabra que más se repite ahora en los informes de las firmas de inversión es volatilidad, más después de que estas últimas fuertes subidas se hayan producido tras las fuertes caídas de finales de octubre. Los expertos están perdidos porque esta buena reacción de la semana que acabamos de abandonar era algo que no anticipaba nadie. Sin embargo, ha ocurrido y ahora son muchos los que prevén que la dinámica será ésta a corto plazo: idas y venidas bruscas muy condicionadas por el 'efecto Trump'.
La volatilidad se verá alimentada en las jornadas venideras, en buena medida, por esta convulsa situación al otro lado del Atlántico. "La incertidumbre que aún rodea a las elecciones invita a una mayor volatilidad en los próximos días", reconocen desde Monex Europe. Habrá que ver en qué queda el envite de Trump, si se diluye como un azucarillo o va a más, tensando en mayor medida la situación.
"Si el desafío (de Donald Trump) se mantiene en el ámbito legal, los mercados deberían evitar una alta volatilidad. Sin embargo, si diera lugar a manifestaciones masivas y violencia, los mercados podrían ver movimientos hacia los activos de calidad, lo que pesaría sobre los activos de riesgo", anticipa Franck Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz Global Investors.
Desde Moody's reconocían esta semana que la falta de una conclusión inmediata del proceso electoral puede aumentar la volatilidad, pero añadían que cualquier disputa posterior sobre los resultados se hará "de forma coherente con los marcos establecidos en torno al estado de derecho y sin causar ningún impacto crediticio significativo y duradero". Por ese mismo motivo, la agencia mantiene su calificación soberana sobre EEUU ('Aaa', perspectiva estable). Sin embargo, precisa que "las implicaciones crediticias se producirán si el curso último de los acontecimientos nos lleva a revisar este supuesto".
Sea como fuera, la volatilidad está en boca de todos. "Espero que continúe", avisa Darrell Spence, economista de Capital Group; "Los inversores deberían prepararse para una mayor volatilidad", advierte Stefan Rondorf, senior investment strategist - global economics & strategy de Allianz Global Investors; "La perspectiva de una ola de recuentos y batallas legales podría asegurar un período volátil por delante", auguran desde IG.
Bloomberg reconoce que incluso con Joe Biden asentado en firme como presidente de EEUU, todavía hay muchos problemas por resolver: "Las demandas relacionadas con los resultados en los estados clave, la composición del Senado, que sigue en duda, y el posible malestar público si el resultado depende de los votos impugnados". Todo ello, asegura, "tiene el potencial de provocar una mayor volatilidad".
"El mercado hoy cree que estamos ante unas elecciones prolongadas, no necesariamente unas elecciones disputadas", dijo esta pasada semana Amy Wu Silverman, estratega de derivados de RBC Capital Markets, en una nota. "Si el mercado realmente pasa a creer que hemos entrado en una competencia fea y desordenada, creo que veremos un repunte en la volatilidad", añadió.