Los herederos de Levi Strauss poseen más del 61% de las acciones
Después de 34 años sin cotizar, Levi’s volvió el pasado jueves a Wall Street. En su primer día sobre el parqué neoyorkino, sus acciones repuntaron un 31,88% y la capitalización bursátil pasó de 6.600 millones de dólares a superar los 8.400 millones. Este repunte tiene un claro beneficiario, los herederos del fundador, la familia Haas, que posee alrededor del 61% de los títulos.
Los Haas no son descendientes directos de Levi Strauss, ya que este falleció en 1902 sin descendencia y el negocio pasó a sus cuatro sobrinos y otros familiares. Eso sí, un siglo después, esta familia ha conseguido convertir una herencia de 6 millones de dólares en más de 5.000 millones.
El precio de salida de 17 dólares por acción era tentador para los inversores, y eso que esta cantidad se situaba por encima de la horquilla de entre 14 y 16 dólares que se fijó en el folleto de la oferta. Los títulos de la popular marca estadounidense de vaqueros superaron los 22 dólares.
El segundo día de cotización fue más complicado. La compañía cedió un 1,16%, lastrada por las fuertes pérdidas que sufrió Wall Street en la jornada del viernes, debido a la inversión de la curva de tipos y a los débiles datos de manufacturas. Aún así, los títulos se mantienen por encima de los 22 dólares y el patrimonio de los Haas no ha bajado de los 5.000 millones.
Levi’s ya cotizó en bolsa entre 1971 y 1985. Con su regreso al parqué busca incrementar la inversión en China y ampliar su catálogo. El país asiático representa el 20% de la industria textil y Levi’s solo tiene allí el 3% de su negocio.
“A diferencia de otras partes del mundo donde esta marca tenía un historia profunda [...] no tenemos esa historia en China”, destacó el director ejecutivo de Levi’s, Chip Bergh, en el debut de la compañía en bolsa. Para conseguirlo, es importante que EEUU y China alcancen un acuerdo comercial.
La anécdota de la vuelta a la cotización se observó en el protocolo de vestimenta que impone la Bolsa de Nueva York. Este organismo permitió acudir el pasado jueves con vaqueros al parqué. El primero en hacerlo fue el propio Bergh, que apuntó que nunca había lavado los pantalones que llevaba puestos, en referencia a unas declaraciones que realizó en 2014, en las que aseguró que no había lavado unos vaqueros en más de 10 años.