Las valoraciones "siguen siendo elevadas" y las perspectivas de beneficios "parecen mediocres"
La inestabilidad política de Francia está siendo una de las noticias del momento. La complicada aritmética política que arrojaron las últimas elecciones legislativas ha hecho que al país vecino le cueste horrores llegar a acuerdos. El último bache ha sido la falta de consenso para aprobar los Presupuestos de 2025 y la amenaza de la ultraderecha y las formaciones de izquierda de presentar una moción de censura contra el Ejecutivo que encabeza el primer ministro Michel Barnier.
En este contexto, Julius Baer advierte que las dudas de los inversores sobre el estancamiento político de la nación vecina y el deterioro de sus perspectivas crediticias están lastrando seriamente a la renta variable del país vecino. En concreto, el banco suizo señala que la bolsa francesa va camino de registrar sus peores resultados frente a sus homólogos europeos desde 2010, con el índice Cac 40 situándose por detrás del Euro Stoxx 600 en más de un 11% en lo que va de año.
Recientemente, los bonos franceses a 10 años igualaron los rendimientos de los bonos griegos, que hasta el año pasado todavía eran considerados como "basura" por las principales agencias de calificación. "La diferencia entre los rendimientos a 10 años de Grecia y Francia superó los 30 puntos básicos en el punto álgido de la crisis de deuda griega en 2012, pero ha ido disminuyendo gradualmente desde 2016", explican los estrategas de Rabobank.
Esto se produce solo un mes después de que las principales agencias de calificación crediticia otorgaran a Francia una perspectiva negativa el mes pasado, citando el deterioro de las finanzas públicas y los desafíos políticos para contener los abultados déficits presupuestarios como motivos para esta rebaja. Cabe recordar que los Presupuestos de Francia contemplan medidas para reducir el déficit hasta el 5% en 2025 (frente al 6,1% actual) y alcanzar el objetivo de la Unión Europea (UE) en 2029.
Todo ello ha provocado, apunta Julius Baer, que los inversores en renta variable hayan ido reduciendo gradualmente su exposición a las acciones galas debido a la "creciente incertidumbre" relacionada con estos factores ya mencionados. Los expertos de ING no creen que Le Pen siga adelante con sus amenazas de derribar el Gobierno a corto plazo, pero reconocen que todo esto "recuerda a los mercados la precaria situación en la que se encuentra el país".
"Una moción de censura reiniciaría el progreso logrado con la propuesta presupuestaria actual y desencadenaría un nuevo período de limbo político. Sin embargo, dado que no pueden celebrarse nuevas elecciones parlamentarias hasta mediados de 2025, el momento para tal movimiento parece precipitado", aseguran.
Cabe señalar que el Gobierno francés está dispuesto a "hacer concesiones mesuradas" para evitar este desenlace, como la renuncia a la subida del precio de la luz que no gustaba a la ultraderecha liderada por Marine Le Pen, la cual ha asegurado que "no es suficiente". Barnier ha tratado de disimular la imagen de rendición ante la ultraderecha al asegurar que no era la única formación en exigir que se eliminara esta medida. No obstante, algunos analistas creen que las renuncias de Barnier podrían impactar en la percepción de los mercados y aumentar sus dudas sobre su capacidad para liderar el Gobierno.
A pesar de ello, el banco suizo señala que las valoraciones relativas "siguen siendo elevadas en comparación con sus medias históricas", mientras que las perspectivas de beneficios "parecen mediocres, con una previsión de crecimiento de un solo dígito para 2025 y posibles revisiones a la baja".
Asimismo, la entidad helvética advierte que mientras persista la inestabilidad presupuestaria y política a corto plazo hay riesgo de que se produzca un "impacto sustancial" en el mercado de renta variable. Especialmente si salen adelante los aumentos propuestos del impuesto de sociedades. "En concreto, la subida prevista del impuesto de sociedades del 25% al 33,5% podría afectar significativamente al mercado de renta variable francés, reduciendo potencialmente alrededor del 2,5% del crecimiento del beneficio por acción (BPA) del índice Cac 40 en 2025", agregan estos expertos.
"Se espera que surjan vientos en contra adicionales del segmento de consumo cíclico, que tiene una ponderación significativa hacia los bienes de lujo. El segmento del lujo sigue luchando con la débil demanda china y la exposición adicional a los aranceles. Podría decirse que gran parte de estos riesgos ya están descontados para estos segmentos, y nuestros analistas ven valor en nombres de calidad selectivos, pero es probable que tarde algún tiempo en manifestarse", explican estos estrategas.
En consecuencia, Julius Baer anticipa que las acciones francesas continuarán teniendo un "rendimiento inferior" al de sus homólogas europeas, motivo por el que rebaja su calificación sobre la renta francesa a 'infraponderar' desde 'neutral'. Con todo, estos expertos destacan que hay "oportunidades específicas" en el sector bancario francés y en el sector industrial, donde las empresas expuestas a la tendencia de electrificación pueden ofrecer "perspectivas de inversión atractivas".