La incertidumbre sobre el impacto del coronavirus provoca un cataclismo financiero
Wall Street ha intentado frenar su desplome tras las medidas de liquidez de emergencia anunciada por la Fed. Los índices se desplomaban un 9% y han pasado a bajar un 4%, pero finalmente se han hundido casi un 10% (Dow Jones: -9,99%; S&P 500: -9,51%; Nasdaq: -9,43%), tras cerrar el miércolés con una caída del 5%. Todo esto después de que el discurso de Donald Trump no convenciera a los inversores ante la creciente preocupación en torno al coronavirus. La Bolsa de Nueva York ha suspendido la sesión durante 15 minutos tras la caída inicial superior al 7%, pero ha vuelto a operar con normalidad durante el resto del día.
El Dow Jones se desploma ya un 30% desde su máximo histórico y ha registrado su sesión más bajista desde el crash de octubre de 1987, cuando se desplomó un 22%, por lo que ha entrado en lo que se denomina 'bear market' (mercado bajista), tras liquidar el mercado alcista que comenzó hace justo 11 años, en marzo de 2009. Y el S&P 500 y el Nasdaq han hecho lo propio este jueves, ya que acumulan una caída del 28% desde los máximos de mediados de febrero.
El índice VIX de volatilidad se ha disparado más del 35%, hasta 72,95 puntos, y cotiza ya en niveles no vistos en el mercado desde la gran crisis financiera de 2008.
Así las cosas, la Reserva Federal (Fed) ha aumentado sus inyecciones de liquidez de emergencia en el sistema financiero de Estados Unidos. La Fed de Nueva York ha elevado el tamaño de sus operaciones de recompra en el mercado interbancario hasta 500.000 millones de dólares con el fin de abordar las interrupciones "altamente inusuales" en los mercados monetarios.
LA VALORACIÓN DE GOLDMAN SACHS
Según Peter Oppenheimer, jefe de estrategia global de renta variable de Goldman Sachs, el actual mercado bajista está siendo provocado por el coronavirus, "lo que sugiere que el repunte en los mercados de acciones será rápido".
El escenario que maneja es una caída adicional del 10% durante tres meses para el S&P 500, hasta 2.450 puntos; y una recuperación posterior hasta 3.200 puntos para final de año, lo que implicaría una subida del 30% desde su mínimo previsto. El principal indicador mundial ya se ha hundido hasta 2.480 puntos, alcanzando casi el objetivo de caída de Goldman.
Durante su discurso, Trump prometió ayudas económicas a los trabajadores infectados por el virus y cuidados para aquellos que estén cuidando a los individuos en cuarentena. Además, anunció la cancelación de los vuelos que unen Europa con EEUU desde este viernes y durante 30 días siguientes.
Para los inversores estás palabras no fueron suficientes y este jueves se han vuelto a decantar por las ventas masivas. A esto se suma el impacto negativo del virus sobre el consumo que ya empieza a notarse en el país, según los analistas. El vicepresidente Mike Pence dijo que se esperan miles de casos más en Estados Unidos y que están buscando aumentar las pruebas.
La OMS declaró además la pandemia este miércoles y el mercado de materias primas ha sido uno de los más afectados. La próxima crisis es más cercana y real que nunca y el petróleo vuelve a desplomarse otro 5%, hasta 31,43 dólares en el caso del West Texas, y sigue sin levantar cabeza.
Ni siquiera el oro ha actuado como activo refugio y cae un 4%, hasta 1.577 dólares por onza, porque los operadores se han visto forzados a vender cualquier posición. Por su parte, la rentabilidad del bono americano a 10 años repunta hasta el 0,89%, muy lejos del mínimo histórico que marcó el lunes en el 0,32%.
Los que tampoco han levantado cabeza son los parqués asiáticos y los europeos. Los primeros han cerrado con otro hundimiento de entre el 3 y el 4% de media y el Ibex se ha hundido un 14%, en su peor sesión de la historia, después de que el BCE haya mantenido los tipos sin cambios y haya anunciado compras adicionales de activos por valor de 120.000 millones de euros hasta final de año. El euro se deprecia un 0,71% y se cambia a 1,1187 dólares.