Trabajará en un tratado al estilo de Australia, basado en los prinicipios del "comercio internacional"
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha descartado seguir negociando con la Unión Europea (UE) un tratado comercial que regule las relaciones entre los Veintisiete y Reino Unido a partir del 1 de enero. El 'premier' ha cumplido con su amenaza de dar por finalizadas las conversaciones si la cumbre del 15 y 16 de octubre de líderes europeos fracasaba en diseñar un marco para ambas partes.
Ahora, Londres se prepara para que las relaciones comerciales con el bloque comunitario se parezcan más a las que mantiene con Australia, basadas en "las leyes internacionales del libre comercio". "Las empresas y los transportistas deben prepararse para eso", ha advertido el 'premier' y ha enviado un mensaje de ánimo: "Reino Unido puede prosperar poderosamente sin un acuerdo".
"Este desenlace forma parte de lo esperable, un movimiento de Johnson para que se abran fisuras entre los estados miembros (Alemania y Francia en particular) y que la UE finalmente se quiebre y se amolde a Reino Unido", advierte Neil Wilson, analista de Markets.com. El experto califica el gesto de "maniobra política", para la población, "mientras las conversaciones están en curso" y llega después de que las negociaciones lleven meses encalladas. Los líderes europeos ofrecieron este jueves seguir negociando tras el último Consejo Europeo, pero Johnson ha declarado que "no tiene sentido continuar a menos que cambien de opinión". "Ahora depende de (la UE) regresar a Reino Unido si han cambiado de opinión". Johnson sí está "dispuesto a escuchar" si hay "un cambio fundamental de enfoque". "Pero no sonó así por lo que se dijo en Bruselas", ha agregado.
"Estamos preocupados por la falta de progreso. Y pedimos al Reino Unido que haga los movimientos necesarios", dijo Charles Michel, presidente del Consejo, tras el encuentro. Michel Barnier, negociador jefe europeo, ha propuesto seguir negociando la próxima semana para conseguir un acuerdo a final de mes.
Los escollos insalbables son las ayudas estatales, el acceso a la flota pesquera europea a aguas británicas y el sistema de gobernanza y resolución de disputas. Los expertos creen que esto no ha cambiado y que ambas partes "siguen trabajando para un acuerdo con la fecha de la reunión informal de jefes de estado en Berlín programada para el 16 de noviembre como momento decisivo".
“La UE siempre ha declarado el final de octubre como su fecha límite”, indican los expertos de MUFG. Por su parte, la canciller germana Angela Merkel trató de alentar nuevas negociaciones, “y creemos que esto será el resultado: nuevas conversaciones más allá de esta cumbre”, reiteran estos analistas.