La textil reconoce a los analistas, pero no al mercado, un empeoramiento de sus previsiones
Para una compañía cotizada no debe ser fácil hacer un 'profit warning'. Es decir, reconocer ante todo el mercado que se va a ganar menos dinero del previsto. Pero estar en bolsa es lo que tiene. Que obliga a ser transparente y a ponerse colorado cuando toca. Es lo que dice la ley. Aunque, como siempre, hay matices. Y polémicas. Y de todo eso hubo este viernes en torno a Inditex.
Porque la empresa textil, uno de los emblemas empresariales de España, vivió una de sus sesiones más frenéticas como cotizada. Al filo de las 11 de la mañana, casi dos horas después del inicio de la jornada, sus títulos empezaron a caer. A plomo. Es decir, como suelen hacer los valores de menor capitalización, conocidos peyorativamente como 'chicharros', no los valores nobles, los grandes, los denominados 'blue chips'. Como Inditex. Caídas del 2%. Del 3%. Del 4%. ¡Del 7% al final del día!
Casi nada. El mayor castigo diario para los títulos de la textil desde 2009. Una cotización al cierre de 25 euros, la menor en tres años. La volatilización de casi 6.000 millones de euros de valor bursátil en una única jornada. Y todo ello bajo el fuego de un volumen de negociación extraordinario, 14,1 millones de acciones cambiaron de manos, cuando su media diaria se limita a 3,1 millones.
LO QUE LOS ANALISTAS SÍ SABEN...
¿Qué estaba pasando en una compañía que hasta hace nada era la mayor de España en bolsa, con una capitalización superior a los 100.000 millones de euros? Como siempre en estos casos, se buscaban respuestas. Las que fueran. Un informe negativo sobre su rival, H&M, de la firma canadiense RBC fue la primera. No por nada, sino porque era la que estaba más a mano.
¿Era la causa real? No. Pero sí daba una pista: ese informe aludía al deterioro de los márgenes de H&M. Y claro, si H&M tenía problemas en sus cuentas, tal vez a Inditex podría pasarle lo mismo el próximo 14 de marzo, fecha en la que presentará sus cuentas anuales de 2017.
Primero fue el informe de JP Morgan. Y luego el de Citi. Demasiada casualidad. La sospecha de que no todos en el mercado manejaban la misma información se convirtió en certeza
Los analistas empezaban a intuir que el batacazo de Inditex iba de algo de eso. De los márgenes. De los resultados. Pero las discrepancias y las dudas aumentaban con el paso del tiempo. Y por fin llegó algo de luz. Los analistas de JP Morgan anunciaban en un informe, publicado a las 11:35, un recorte de su precio objetivo de Inditex por un aumento del impacto del efecto divisa y un peor rendimiento en los últimos meses del año por parte de Inditex. Un análisis que calcaba minutos después Citi. Y que comenzaban a replicar las diferentes casas de análisis.
¿Casualidad? No suelen darse en los mercados. Las sospechas emergían. Y cobraron forma para dejar de ser sospechas. La compañía había mantenido una conferencia con varios analistas en la que les había deslizado que las cuentas de 2017 no iban a ser tan lustrosas como pensaba. Que el efecto de los tipos de cambio y la tardía llegada del invierno iban a estrechar sus ventas, sus cuentas y sus márgenes.
¿CAPITALISMO POPULAR?
Pero eso sólo lo sabían los 'invitados' a esa reunión. Nadie más. La compañía guardaba silencio. No confirmaba ni desmentía. No decía nada. Tampoco en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), órgano en el que se difunde por obligación toda la información sensible -o que pueda serlo- para la cotización.
Así lo establece la ley, la Ley del Mercado de Valores refundida en 2015 con el Real Decreto Legislativo 4/2015, de 23 de octubre. "Se considerará información relevante toda aquella cuyo conocimiento pueda afectar a un inversor razonablemente para adquirir o transmitir valores o instrumentos financieros y por tanto pueda influir de forma sensible en su cotización en un mercado secundario", se dice en su artículo 228.1. "Los emisores de valores están obligados a hacer pública y difundir, en los términos que reglamentariamente se establezcan, inmediatamente al mercado toda información relevante", desarrolla inmediatamente el artículo 228.2.
Información relevante. La que sirve de materia prima para los hechos relevantes, que son los documentos con marchamo oficial con los que las compañías cotizadas comunican a la CNMV, y por tanto a todo el mercado, precisamente eso: información relevante.
Una cosa son las reuniones con los analistas en las que se debaten cuestiones o criterios de valoración. Otra muy distinta son las conferencias privadas en las que se facilita información sensible. La línea es delgada. Mucho. Pero existe
Como la que hubo este viernes... sin que la compañía emitiera ningún tipo de hecho relevante. Y sin que fuera suspendida de cotización por la CNMV hasta que aclarara las cosas. Distintas fuentes del mercado consultadas por 'Bolsamanía' confirman la existencia de esa conferencia y el carácter sensible de la información -un ajuste de las estimaciones, dicen; un 'profit warning' camuflado-, que se trató en ella. Y exponen que, por su relevancia, debería haber sido comunicada al mercado para que todos los accionistas, y no sólo los 'privilegiados' que conocieron de primera mano las nuevas previsiones de Inditex, la hubieran tenido a su disposición para decidir con toda la información disponible qué querían hacer con sus títulos. Pero no la tuvieron, y lo que se encontraron fue que en cuestión de minutos Inditex coleccionaba descensos del 5%, del 6%, del 7%. Sin ser invitados a la fiesta de la información, sí lo fueron a la de las caídas.
Una historia conocida. Y que pone de relieve la delgada línea que separa las habituales reuniones que las compañías y sus departamentos financieros y de relaciones con inversores mantienen con los bancos de inversión, en las que debaten unos u otros asuntos sobre tal o cual línea de negocio, de las reuniones en las que no se discuten criterios o detalles de valoración, sino en las que se difunde información sensible. Información relevante. Como, según fuentes del mercado, fue el caso.
Y en medio, una vez más, el capitalismo popular. El concepto surgido en la ola de privatizaciones y desregulación financiera de los años 80 con el que, de manera gráfica, se mostraba un nuevo mundo a los ahorradores. En adelante podrían ser los dueños de esas grandes y prestigiosas compañías que se estaban privatizando. Como los profesionales. Como los grandes inversores. Todo a su alcance. Un universo de rentabilidad a su alcance. Con una ley, claro está, que vele por sus intereses. Contra la información privilegiada. Contra el abuso de mercado.
Porque lo establece también el Reglamento nº 596/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo del 16 de abril de 2014, mencionado también en el RDL 4/2015: "El buen funcionamiento de los mercados de valores y la confianza del público en los mercados son requisitos imprescindibles para el crecimiento económico y la riqueza. El abuso de mercado daña la integridad de los mercados financieros y la confianza del público en los valores y los instrumentos derivados". Pues eso.