La renta variable está siendo cada vez más un campo de minas para los atribulados inversores
La renta variable está siendo últimamente un campo de minas. Desde la dura corrección de las tecnológicas hasta la volatilidad que ha sembrado la incertidumbre electoral en EEUU, a los inversores cada vez les faltan más razones para invertir en bolsa... y el indicador favorito de Warren Buffet tampoco anima especialmente a ello.
"Es la mejor forma de medir las valoraciones en cualquier momento", dijo el Oráculo de Omaha en referencia a este indicador al que en EEUU se refieren coloquialmente como el 'Warren Buffet yardstick'.
Actualmente, se encuentra muy cerca de sus máximos históricos. ¿Esto qué quiere decir? "En otras palabras, las bolsas nunca han estado tan caras como hoy, y son el claro producto de unas valoraciones infladas y unos fundamentales deteriorados", explica Jesse Felder, de Felder Report, en declaraciones a MarketWatch.
"Esto no solo implica que se avecinan rendimientos excepcionalmente pobres, sino también significa que el riesgo bajista nunca ha estado tan presente como en estos momentos", señala. Felder cree que estamos sobre "un mercado extremadamente caro e impulsado por una euforia especulativa que sigue ahí pese a que va perdiendo fuelle".
"Al mismo tiempo que estamos viendo valoraciones sin precedentes, estos precios tan altos se han visto alimentados por una avaricia extrema que no habíamos visto en generaciones", continúa. Felder no solo piensa que estamos mirando al "final del ciclo", además añade que los inversores deberán armarse de "precaución en todo lo referente a la renta variable".
Felder también hace referencia a otros indicadores, como el Relative Strength Index, cuya lectura suele arrojar buenas señales de entrada en el largo plazo. "Según este índice, la fortaleza de la actual tendencia alcista llegó a su pico hace tres años y no ha parado de debilitarse desde entonces", concluye.