El Ibex se desploma un 17% desde máximos anuales y Santander se hunde un 23%

La expansión del coronavirus ha infectado las bolsas y se ha convertido en un 'cisne negro'

César Vidal
Bolsamania | 06 mar, 2020 06:00 - Actualizado: 17:54
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FRANCISCO AVIA/HOSPITAL CLÍNIC

El Ibex 35 se ha desplomado un 17% desde máximos anuales y Santander se ha hundido un 23% en tan sólo 12 sesiones. La expansión global del coronavirus ha infectado las bolsas mundiales y se ha convertido en un auténtico 'cisne negro' para los mercados. Los bancos centrales han intentado contener el impacto financiero, pero los inversores temen que su 'vacuna' en forma de estímulos monetarios no funcione, al tratarse de un doble 'shock' en la oferta y la demanda mundial.

Por si esto fuera poco, las posibles medidas del Banco Central Europeo (BCE) suponen un lastre adicional para la banca española, cuya rentabilidad ya se encuentra muy presionada por los tipos actuales ultrabajos, una regulación muy exigente y el cambio de paradigma que supone la digitalización de su negocio. Así las cosas, la bolsa española se encuentra doblemente presionada, tanto por el coronavirus y su impacto económico en sectores clave como el turismo, como por el BCE y sus probables estímulos.

El hecho de que los grandes bancos centrales como el Banco Popular de China, la Reserva Federal de EEUU (Fed), además de la Reserva Federal de Australia o el Banco de Canadá, hacen prever al mercado nuevas medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE).

El organismo presidido por Christine Lagarde ya quemó casi todas sus naves antes de la salida de Draghi, cuando rebajó la tasa de depósito a los bancos hasta el 0,5% y anunció un programa de compra de activos de 20.000 millones de euros mensuales, pero los inversores anticipan que el BCE no tiene más remedio que actuar, lo que situará aún bajo más presión la escasa rentabilidad de la banca europea y española en particular.

"El recorte no programado de 50 puntos básicos de la Fed puede provocar una mayor relajación por parte del BCE, posiblemente a través de un apoyo de liquidez específico y de la flexibilización crediticia, aunque no se pueden descartar recortes de tipos", afirman los analistas de Fitch Ratings.

"Los beneficios a corto plazo de tasas de interés más bajas frente a interrupciones de la cadena de suministro, restricciones en la actividad económica y cambios de comportamiento de los consumidores no están claros. Sin embargo, una mayor relajación del crédito podría reducir el riesgo de refinanciación y las presiones sobre el flujo de efectivo para empresas y hogares", añaden estos expertos.

ANA BOTÍN NO PUEDE CONTENER EL DESPLOME DE SANTANDER

Por su parte, Santander se ha desplomado un 23% desde máximos anuales pese a las compras de Ana Botín. La entidad cántabra acarició los 4 euros a mediados de febrero, pero en apenas un par de semanas ha encadenado una racha bajista del 20%, que ha desplomado sus acciones hasta 3,04 euros, mínimos desde 2016.

El desplome del mercado por la expansión global del coronavirus ha contrarrestado totalmente el esfuerzo inversor de Ana Botín. La presidenta de la entidad compró a finales de 2019 un paquete de 3,28 millones de acciones por 12,1 millones de euros a un precio medio de 3,68 euros por título.

A principios de febrero, Botín adquirió un millón de acciones por 3,66 millones de euros, a 3,66 euros por título. Sus compras no detuvieron la caída del valor, y a finales de febrero volvió a comprar otro millón de acciones, esta vez por 3,32 millones de euros, a 3,32 euros por título.

Aunque Santander no ha sido el único valor que se ha desplomado. La aerolínea IAG ha perdido más del 32% de su valor en apenas un mes, Melía Hotels se ha hundido un 24%, Mediaset un 22%, Bankia y Repsol un 21% y Amadeus, CaixaBank y Mapfre un 20%. Esto demuestra que los valores más castigados han sido los bancos y los relacionados con el turismo y con el petróleo, que también se ha desplomado de manera similar.

En este escenario, parece que poco pueden hacer los bancos centrales o las compras de Ana Botín. Lo único que puede parar este desplome es la contención del coronavirus. Como dicen los analistas de la firma DWS, "los inversores seguirán expuestos a señales contradictorias". Por un lado, existe la posibilidad de más paquetes de ayuda gubernamental y de estímulos monetarios.

Pero por otro lado, es probable que haya más informes negativos sobre el virus y las consecuencias de su propagación. "En nuestra opinión, las indicaciones de que el virus es contenido serán mucho más importantes para una recuperación sostenida en los mercados que los paquetes de ayuda fiscal y monetaria" que puedan aplicar los gobiernos y los bancos centrales.

La conclusión de la firma Allianz es similar. "El principal desafío del panorama actual se centra en conocer el alcance del brote de coronavirus y hasta qué punto su propagación provocará el aumento continuado de la prima de riesgo en los mercados y supondrá un lastre para la economía". Algo que, por desgracia para las bolsas, es imposible valorar actualmente, lo que explica la elevadísima volatilidad y las fuertes caídas de los mercados.

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