Hace falta "una desaceleración en el número de nuevos casos de Covid-19 a nivel mundial"
El mercado está "en fase de rebote", pero aún "no ha hecho suelo". Esa es la valoración que realizan los analistas de HSBC de la situación actual del mercado. "En general, nuestra narrativa sigue siendo cautelosa. Nos estamos acercando al suelo y el ratio riesgo/recompensa está mejorando", afirman.
El amplio estímulo fiscal y monetario anunciado por los gobiernos y los bancos centrales supone un gran apoyo, pero necesitan ver "una desaceleración en el número de nuevos casos de Covid-19 a nivel mundial antes de comenzar a agregar una mayor exposición cíclica".
Para estos expertos, la pregunta más importante para los mercados es si se producirá una recuperación en forma de "V", "U" o "L". Así, todos los ojos están ahora en China continental. Si su economía puede volver rápidamente a los negocios como de costumbre, debería servir como un modelo para el resto del mundo.
Sin embargo, si la naturaleza del coronavirus significa que la utilización de la capacidad requiere varios trimestres para alcanzar sus niveles de 2019, el impacto en los mercados de acciones podría ser "mucho más profundo y duradero", afirman. Las empresas ya enfrentan escasez de liquidez y capital para aguantar 90 días y un brote prolongado podría dar lugar a una difusión mucho más amplia de incumplimientos, cierres, despidos y eventos crediticios.
Según sus previsiones, las bolsas se encuentran en la fase de rebote tras sufrir el mercado bajista más rápido de la historia. No obstante, para las próximas semanas, todavía creen que existen riesgos a la baja para las acciones globales. "Para ser más constructivos, necesitamos dos catalizadores: el primero es un estímulo fiscal significativo y el segundo es una desaceleración en el número de nuevos coronavirus a nivel mundial. Hemos visto un progreso considerable en el primero, pero todavía no estamos en el punto de inflexión para el segundo", valoran.
En su opinión, "las valoraciones son bajas, pero no indican un suelo" porque "las comparaciones con recesiones anteriores sugieren que la renta variable podría seguir bajando". En las últimas tres recesiones, el índice Ftse All-World cayó un 45% en promedio frente al 31% actual, y su múltiplo de Precio/Beneficio (PE) alcanzó un mínimo de 10,5 veces, en comparación con el mútiplo de 12,3 veces alcanzado actualmente.
El Covid-19 ha provocado un colapso sin precedentes en la actividad empresarial. Los pasos de los gobiernos para aplanar la curva de propagación del coronavirus, como el cierre de ciudades y el distanciamiento social, esencialmente han detenido muchas industrias, afirma HSBC.
Los gobiernos y los bancos centrales han respondido con notable rapidez para amortiguar el golpe económico, con el objetivo de rechazar las preocupaciones de que sus municiones se hayan agotado. La Fed ha lanzado un programa de compra de activos ilimitado, ha recortado los tipos hasta el 0% y ha tomado numerosas medidas para facilitar liquidez al sistema económico. Y el BCE ha lanzado un programa QE de 750.000 millones de euros y ha abierto la puerta a que sea ilimitado.
Por su parte, los gobiernos de todo el mundo, liderados por EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, España e Italia, han lanzado grandes planes de estímulos económicos para evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis financiera aún más grave.
Pero todas estas medidas "no podrán evitar una disminución dramática en las ganancias empresariales". Por ello, HSBC anticipa que los beneficios por acción "estadounidenses y mundiales caerán un 28% y un 34%, respectivamente, en 2020"; y la mayor parte de esa caída se producirá en el segundo trimestre, cuando esperan un desplome del 80%.
Por ello, han reducido su previsión para el S&P 500 a final de año hasta 2.950 puntos desde 3.200, lo que supone todavía un potencial alcista del 14% sobre el precio actual de 2.580 puntos.