Señala la inquietud sobre la posibilidad de una burbuja de precios relacionada con la IA
Los elevados niveles de deuda pública sobre PIB en muchos países de la zona euro pueden llegar a limitar la capacidad de maniobra de los gobiernos para apoyar la economía y realizar inversiones adicionales, lo que podría dar lugar a un "círculo vicioso negativo" entre bajo crecimiento y sostenibilidad de la deuda soberana, según ha advertido este lunes el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.
En su intervención en un foro financiero en Fráncfort, el economista español ha subrayado el cambio en el balance de riesgos macroeconómicos desde las preocupaciones por la elevada inflación a los temores por el crecimiento económico, después de que la tasa de inflación se haya acercado al objetivo del 2%.
Sin embargo, Guindos ha advertido de que la actividad económica ha sido más débil de lo esperado, lo que ha llevado al BCE ha revisar a la baja sus proyecciones dos veces, mientras que las perspectivas de crecimiento se ven empañadas por la incertidumbre sobre las políticas económicas y el panorama geopolítico, así como por tensiones comerciales, que agravan los problemas estructurales de baja productividad y débil crecimiento potencial de la zona euro.
En este contexto, el vicepresidente del BCE ha anticipado que las principales vulnerabilidades para la estabilidad financiera, recogidas en el Informe de Estabilidad Financiera que se publicará esta semana, se relacionan con los mercados financieros, el aumento de los riesgos soberanos y el riesgo crediticio.
De tal manera, ha avisado de que, si bien la relación deuda/PIB agregada de la zona euro ha disminuido considerablemente desde su nivel máximo durante la pandemia, los niveles de deuda siguen siendo elevados en muchos países debido a los persistentes déficits primarios.
En estas circunstancias, Guindos considera que las dudas sobre las trayectorias de consolidación fiscal podrían desencadenar una nueva revalorización del riesgo soberano, mientras que los grandes déficits primarios actuales también dificultarán a los gobiernos apoyar la economía si se materializan shocks adversos, y dificultarán realizar inversiones adicionales para hacer frente a desafíos estructurales, como el cambio climático, el gasto en defensa, la digitalización y la baja productividad.
"Esto, a su vez, podría dar lugar a un círculo vicioso negativo entre el bajo crecimiento y la sostenibilidad de la deuda soberana", ha advertido.
Por otro lado, las vulnerabilidades subyacentes hacen que los mercados financieros sean propensos a episodios de volatilidad en el futuro, dado que las primas de riesgo en mínimos históricos son señales de que los inversores pueden estar subestimando la probabilidad y el impacto potencial de escenarios adversos, mientras que la concentración de la capitalización bursátil y las ganancias en un puñado de empresas, especialmente en los Estados Unidos, ha aumentado mucho en los últimos años, lo que genera inquietud sobre la posibilidad de una burbuja de precios de activos relacionada con la inteligencia artificial.
En este sentido, dada la profunda integración de los mercados bursátiles mundiales, Guindos ha apuntado que las sorpresas negativas específicas de una empresa o de un sector podrían fácilmente propagarse a través de las fronteras.
Asimismo, en un contexto de débiles perspectivas de crecimiento, el vicepresidente del BCE ha apuntado que el riesgo crediticio sigue siendo una preocupación para algunas empresas y hogares de la zona euro y podría afectar a la calidad de los activos de los bancos y las entidades no bancarias, a pesar de que, en general, las empresas y los hogares han resistido el impacto de las subidas de los tipos de interés y parecen ser resilientes en general.
"La capacidad de servicio de la deuda de las pequeñas y medianas empresas y de las empresas inmobiliarias comerciales parece ser especialmente vulnerable a una desaceleración de la actividad económica y a unos costes de endeudamiento más elevados", ha señalado.